29 de agosto de 2012
De que se transitan con seguridad los últimos tiempos no caben dudas. Pero lamentablemente los que debieran oficiar de guías para atravesarlos, solo contribuyen a "CONFUNDIR" comlicando aún mas esos trances. Demuestran algunos además ser vulgares desmemoriados 1) Por prestarse quizás a adoptar una posición opuesta a la que 40 años atrás, pudo ser acusada alguna parte de la jerarquía que hoy integra 2) El sacerdote a quien defenestró con sus maniestaciones, habrá realizado sin duda algún voto por ejemplo de fidelidad, pobreza, castidad, obediciencia etc. Dificulto exista alguna disposición que exija SERVILISMO, y solo a eso conducen las ideas de ese señor "obispillo" ante la situación suscitada. Mejor de lo que le fuera expresado desde el blog CATAPULTA resulta imposible hacerlo, de mi parte al menos. Pero si quiero recordarlo, adherirme y hacerlo conocer a quienes no se han enterado.elquijote2010.es.tl/ "1) Señalo de antemano que no conocía ni de vista al Monseñor de marras, pero apenas vi su foto experimenté un fortísimo rechazo, que me dejó al borde del vómito. (¿Me habré dejado influir por Lombroso?) Esa cara es la de un cabronazo integral, cabal y completo, capaz de llevar la “corrección política” al nivel de la abyección, porque pone al valiente Padre Hidalgo en la picota.
2) Nunca simpaticé políticamente con el General Videla, aunque cada vez que me lo encuentro en la cárcel lo saludo, como saludaría a cualquier persona que sufre. Entiendo que es un deber de la más elemental caridad, la que Monseñor no tiene.
3) Y con mis respetos al Padre Hidalgo, dejo constancia de que Monseñor me asquea. Y mucho.
Atacan al Padre Hidalgo en La Pampa
La defección de los pastores no es gratis
Mons. agregó combustible y el fuego estalló
Perdónalos porque no saben lo que hacen
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Días pasados, el padre Jorge Hidalgo conmovió a la sociedad al saludar públicamente al ex presidente Gral. Jorge Rafael Videla en el día de su cumpleaños.
Más allá de considerar si ha sido prudente o no al hacerlo, en nuestra opinión lo que más molestó al "establishment" es que el padre, en poquísimas palabras, haya machacado los dos ejes sobre los que está montada la "historia oficial" que se nos viene contando últimamente: dijo que los jóvenes "idealistas" que atacaron a la Patria en la década del los 70, ni eran inocentes, ni fueron 30.000 los que sucumbieron en la contienda.
No sabemos qué les habrá molestado más, si cuestionar la inocencia de los atacantes o el número de caídos presuntos, porque sobre ese valor se ha montado un gigantesco cuan oneroso negocio (según algunos cercano a los 2.000 millones de dólares), que pagamos todos los argentinos.
Ojo que no estamos defendiendo a Videla, que es uno de los responsables de que la Argentina se halle hoy en la situación en que está, por la incapacidad que tuvo en su momento de desempeñarse como un verdadero príncipe católico.
Para colmo de males, el Obispo de La Pampa, Mons. Mario Aurelio Poli (que fue Vicario del Cardenal Bergoglio en Flores), salió a fustigar al prelado en lugar de poner las cosas en su lugar y hablar, por ejemplo, sobre la Justicia de doble standard que funciona en el País. La misma que es blanda y muelle con los delincuentes comunes que atormentan a nuestra atribulada sociedad, mientras se endurece hasta la ilegalidad contra unos hombres mayores, alguno de los cuales regaron con su sangre el irredento territorio de nuestras Islas Malvinas.
La actitud de Mons. Poli, al poner al padre en la picota, puede haber favorecido la realización de un episodio que traen los diarios de hoy:
Según informa el periódico La Arena, un grupo de agitadores "escrachó" al padre Hidalgo cuando celebraba la Santa Misa en la capilla Medalla Milagrosa de un barrio de Santa Rosa, capital de la provincia.
Habiendo sido el modo de protesta tan original como impío: poniéndose en la cola para recibir la sagrada Comunión, unas 20 personas que se habían pintado el bigote a lo Hitler, en lugar de decir Amén antes de comulgar, dijeron "por los 30.000 desaparecidos".
Hay que resaltar la valentía del padre Hidalgo que no les permitió comulgar en la mano como era su pretensión (vaya a saber qué habrían hecho con las Sagradas Formas).
Hubo algunos desmanes más, de los que pueden tomar nota leyendo las crónicas que se copian abajo.
Lo que no es fácil de creerles a estos manifestantes, es que sean espontáneos. La lucha que ellos siguen, poco le importa al sufrido pueblo argentino y está regada por muchos, pero muchos millones, que son los que estimulan y permiten que estas "espontaneidades" se hagan realidad.
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Callarse o hablar con subterfugios, es decir renunciar a la misión que como pastores tienen, no les valdrá de nada a los Obispos a la hora de enfrentar a sus adversarios.
Quizá esto no habría ocurrido si Mons. Poli hubiera dicho la verdad, en lugar de manifestar que el saludo del padre Hidalgo era “un grave daño a la Iglesia” y un “insoportable escándalo” para la sociedad.
Pues bien, Mons. Poli, la "sociedad" no lo ha soportado y ha reaccionado injuriando al Santísimo. ¡A ver si la próxima lo hace mejor!
"Escracharon" a Jorge Luis Hidalgo
Un grupo aproximado de 40 personas, en su mayoría jóvenes, "escrachó" anoche al cura procesista Jorge Luis Hidalgo mientras daba la misa en la capilla Medalla Milagrosa del barrio Butaló.
Algunos manifestantes, con el bigote pintado (en simbología a la personalidad de Adolf Hitler) entraron a la parroquia, escucharon el oficio religioso, comulgaron y saludaron al sacerdote con la mano derecha levantada, en alusión al saludo nazi. Por su parte, el resto de los "escrachadores" se quedó afuera, frente a la capilla, pegando carteles sobre las columnas y las paredes con fotos de desaparecidos en la última dictadura militar argentina.
Alrededor de las 19.30, los manifestantes se congregaron frente a la capilla del Butaló. Un grupo determinó pintarse el bigote nazi, ingresar y sentarse por separado en los diferentes bancos de la parroquia. En ese momento, Hidalgo daba la misma con absoluta normalidad aunque observando la situación.
Aunque la protesta pareció tardía, el de anoche fue el primer oficio religioso que el sacerdote brindó después de la polémica publicación en la red social Facebook de una foto que ponderó al dictador Jorge Rafael Videla, y generó el repudio generalizado de la sociedad, incluso del obispo Mario Aurelio Poli.
"Escrache".
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Transcurrieron los minutos e Hidalgo siguió cada uno de los pasos obligados a la misa con total normalidad. Durante el momento de la comunión, los manifestantes fueron a comulgar colocando sus manos para recibir la ostia. Hidalgo no les dio la ofrenda sino que les sugirió que la reciban de la manera tradicional. A los pocos minutos de terminar la misa, el grupo de personas (con su bigote pintado) se dirigió a la puerta de acceso a la parroquia, saludó a Hidalgo levantando el brazo derecho en alusión al saludo nazi y se retiró del lugar.
En tanto, afuera, frente a la capilla, y bajo el frío invernal, el resto de los manifestantes aguardaba a sus compañeros mientras pegaban pequeños carteles con fotos, en las columnas y paredes aledañas, de los desaparecidos de la dictadura del '76 en las diferentes provincias argentinas como Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y La Pampa.
Una mujer, que estaba dentro de la capilla, salió a la vereda y les recriminó a los "escrachadores" su accionar sosteniendo que "ustedes deberían ir a misa y rezar por los desaparecidos en vez de hacer esto".
A su vez, otra de las feligreses se acercó al lugar y exclamó que "no tienen ningún derecho a dejar así la capilla, voy a llamar directamente a la Policía".
Cuando todos los manifestantes se reunieron en la vereda comenzaron a exclamar: "Treinta mil desaparecidos presentes, ahora y siempre", entre otros cánticos similares, y posteriormente abandonaron el lugar. "Somos autoconvocados que nos reunimos de manera espontánea, no pertenecemos a ninguna agrupación", resumió uno de los manifestantes ante una consulta de LA ARENA.
Escracharon al cura Hidalgo durante la misa en Butaló
Un grupo de militantes sociales estuvieron hoy dentro de la parroquia, comulgaron con llamativas consignas y presenciaron la misa con bigotes pintados al estilo de Hitler. Luego pegaron afiches en memoria de los desaparecidos de la última dictadura militar.
El cura Jorge Hidalgo fue “escrachado” durante la misa de la tarde de este domingo en la parroquia del Butaló, luego de su reivindicación del genocida Jorge Rafael Videla del pasado 2 de agosto.
Un grupo de militantes sociales estuvieron dentro de la parroquia, durante la misa, con bigotes pintados al estilo del líder nazi Adolf Hitler y luego pegaron afiches repudiando a Hidalgo y en memoria de los desaparecidos de la última dictadura militar.
En el momento de la comunión, unos 20 manifestantes formaron parte de la fila y a la hora de tomar la hostia repitieron consignas como: "Lucia Tartaglia" y "Por los 30.000 desaparecidos".
Hidalgo, el pasado 2 de agosto, compartió en la red social Facebook una foto donde saludaba a Videla por su cumpleaños y reivindicaba el terrorismo de Estado. Ese gesto fue repudiado unánimemente desde distintos sectores, como la Unlpam o la Legislatura provincial y distintos sectores sociales. La Secretaría de Derechos Humanos lo denunció por apología del delito y el obispo Mario Poli, una semana después del hecho, desacreditó al párroco a través de una carta enviada a las iglesias de la provincia donde lo trató a de “irresponsable e imprudente” y lo convocó a que “considere el grave daño”, aunque también manifestó el deseo de que siga siendo parte de la Iglesia.