Navegación |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
26 de Septiembre de 2012
Carta abierta a Mons. Aguer sobre la marcha ayer en la Catedral
Habiendo llegado a nuestra casilla correo esta carta de una fiel católica, pidiendo que sea republicada en distintos blogs, lo hacemos a continuación:
La Plata, 24 de Septiembre de 2012.
Excelentísimo Arzobispo de La Plata,
Monseñor Aguer:
Le escribo desde lo mas profundo de mi alma católica. Soy fiel de esta Diócesis y ayer estuve en la defensa de la Catedral.
Ya debe saber lo que ocurrió allí. Si lo vió desde la Curia tal vez no capto enteramente lo ocurrido, entonces le voy a contar.
Yo estuve a un metro de los manifestantes abortistas, que marcharon luego de uno de esos congresos de adoctrinamiento marxistas que están tan de moda últimamente, con la intención de pintarrajear la casa de Dios, nuestra Catedral.
Con un conjunto de fieles nos ubicamos en la base de las escalinatas, para impedir el paso. La policía a los costados en silencio. Las abortistas, rugiendo, vociferando insultos a Ntro. Señor, a Su Madre y a la Santa Iglesia. Delante, muy cerca mío un sacerdote, detrás fieles y algún otro cura. No mucho más.
Aquellas endemoniadas nos cantaban “cada vez son menos” y tenían razón.
¿Dónde estaba usted? ¿Donde el resto de los sacerdotes? ¿O el Seminario?
Silencio. No estaban.
Me duele la jerarquía de la Iglesia, Monseñor, me duele muchísimo. Y no me duelen los escupitajos con los que me cubrieron, ni los envases de aerosol que me arrojaron, ni los insultos impuros con los que marcharon mis oídos de mujer católica. Me duele el alma. Y no por mí, por ustedes.
Usted se lo perdió. Perdió la oportunidad de ser humillado, escupido y golpeado por Cristo. Y lo merecía, merecía esa humillación. Y ¿sabe por qué? Porque ha sido uno de los pocos miembros de la Jerarquía mediocre de la Iglesia argentina que ha dado la cara por Cristo. Y su presencia ayer hubiese sido magnífica. Hubiese sido una hermosa obra para presentar a los pies de Ntro. Señor, cuando le llegue la hora de dar cuenta de su vida.
Sólo imagine, en la base de las escaleras, Usted, junto a los sacerdotes de esta Diócesis, detrás los seminaristas y luego los laicos. Si usted estaba allí, hubiesen ido todos, lo puedo asegurar.
Imagine la repercusión en los medios de comunicación, a nivel nacional e internacional. ¿Puedehacerlo? Yo desperté hoy, pensando en ello. Imagine el coro angélico en el Cielo vivando aquel acto, piense en la Santísima Virgen.
La marcha de ayer, fue un regalo que Dios nos hizo a todos los que fuimos. Dimos testimonio, fuimos confesores de la Fé frente a una plaza llena de católicos con gorritas naranjas que no cruzaron una mísera calle para defender lo que creen. ¿Cómo llamarlos? ¿Cobardes, necios, liberales o progresistas? No, es demasiado. Usted tampoco fue, ni el clero, ni los religiosos. Estos laicos no merecen ser tratados tan duramente.
Yo fuí y mi corazón arde de alegría. Se templo mi Fé, nunca recé el Santo Rosario con tanta paz como ayer, entre escupidas e insultos. Terminé llena de fervor.
¿Sabe lo bien que le hubiese hecho a sus seminaristas esto? La Fé se prueba y se vive. Quien no puede vivirla no la tiene. No importa cuántos años lleve estudiando teología.
Él que ama, defiende lo amado. Es algo simple.
Cuando se iban aquellos energúmenos (en el sentido teológico de la palabra) escupieron al único sacerdote que estaba al pie de las escaleras.
Él siguió rezando, luego al grito de “Viva Cristo Rey”, “Viva la Iglesia” rompimos la cadena humana que impedía que subieran. Cantamos “Cristo Jesús en ti la PATRIA espera (…)” para que finalmente nos diera la Bendición. Se arrodillaron todos para recibirla. ¿Alguna vez vió una multitud arrodillándose en público frente a un sacerdote para que los bendiga? Me refiero a los últimos 50 años. La respuesta debe ser no, ¿no?
Anoche cenando con los amigos católicos que participaron de la defensa de la Catedral, pensé, ¿y si hay un muerto de los nuestros? ¿Si esa turba blasfema enloquece y arremete con violencia? Habría un mártir en su Diócesis.
¿Qué haría entonces? ¿En ese caso si saldría a la calle? Su rebaño estaba sin Pastor ayer, necesitábamos su presencia. “Te basta mi Gracia” susurra Ntro. Señor al oído y esa fué la única respuesta.
Estimadísimo, Monseñor, ayer perdió una hermosa oportunidad, por favor no vuelva a hacerlo. No enarbole la prudencia, absolutizándola. Ser timorato y ser prudente no es lo mismo.
Sé que irá a Roma en breve, sabemos que ha hecho todo para esto. Yo sinceramente preferiría que hiciera todo para ir al Cielo.
Me despido, atentamente.
Una fiel de esta Diócesis.
PD: No firmo esta carta, porque me temo que puedan atribuírsele responsabilidades por ella a ciertos sacerdotes relacionados con lo ocurrido ayer. De todas maneras, Dios sabe quién soy.
23 de Septiembre de 2012
La verdadera amistad, don precioso
"Mucho cavilaron los viejos sabios de antaño, para averiguar cual era la causa por la que alguien ama a alguien como amigo.
Algunos pensaron que la amistad surge en la simpatía de almas que se sienten semejantes; otros dijeron que el hombre tiene por amigo a aquel que sabe distinto y complementario a sí, en armónica trabazón de diferencias.
Pero lo cierto es que el origen de la amistad nunca pudo ser encontrado por los paganos.
Y con razón, pues la causa por la que dos amigos llegan a serlo, no es desanudable y comprensible fuera de las líneas eternas que traza la Biblia.
Por un lado, porque la amistad no es, de ningún modo una elección, una selección, una preferencia de pensadas condiciones o características, donde yo tomo como amigo a quien es de una determinada manera.
Nos basta leer la Sagrada Escritura.
El amigo es alguien que me acontece, que me ocurre, que me pasa en la vida.
No lo elijo, adviene. Como David a Jonatán.
El amigo se ENCUENTRA, dice la Biblia: y se encuentra de la manera más inesperada y única, del modo fortuito con el que alguien puede encontrarse un tesoro: `el que lo encuentra, ha hallado un tesoro´. ( Eclo. 6,14.)
Todo esto quiere decir una sola cosa, y digámosla de una sola vez: el amigo es un don de Dios, un regalo `de arriba´, en el sentido más literal del término: `los que temen al Señor lo alcanzarán´. ( Eclo. 6,16.)
Un solo hombre sobre la tierra pudo elegir e ir al encuentro de los que amaba, para que fueran sus amigos.
Pero, en la mismísima humanidad de ese hombre, Jesús, se hacía manifiesta la soberanía toda del Dios vivo y verdadero: `no sois vosotros los que me elegísteis a mí, sino yo el que os elegí a vosotros´ (Jn. 15, 16). Es lo que dirá a sus discípulos al despedirse, precisamente luego de haberlos llamado sus amigos.
Jesús, este aldeano de Nazaret, tiene una idea de lo que es un amigo.
Para Él un amigo es, entre otras cosas seguras, aquel a quien se puede acudir confiadamente en pedido de lo que sea.
Esto es cosa que hasta le parece que debiera ser evidente para todo el mundo.
En una parábola lo deja transparentar; una parábola que es una pregunta apenas: `¿Quien de vosotros, si tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: `amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje un amigo mío y no tengo que ofrecerle´, aquel desde adentro, le responderá: `no me molestes; la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos?´. (Lc. 11, 5-7)
Es una pregunta de las que no esperan respuesta, porque todos la saben y sobreentienden: nadie, por más noche que sea, y acostado que esté, y molestias por atenderlo que tuviera por delante, le fallaría a su amigo. Para eso están los amigos..."
Fuente: Miguel Cruz, cf. Misterio de la amistad, Tucumán, 1986
20 de septiembre de 2012
NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE
19 DE SEPTIEMBRE
El 19 de septiembre de 1846 se apareció la Santísima Virgen en La Salette (Francia), a dos pastorcitos naturales de Corps: Melanie Calvat de quince años, y Maximin Giraud de once. La Santísima Virgen les confió un secreto, unas advertencias para los tiempos venideros: "el secreto de La Salette."
MELANIE CALVAT provó en varios conventos, no fué admitida a los votos perpetuos. Melanie, estigmatizada y bajo constante dirección espiritual del obispo de Lecce, un virtuoso varón, murió en Italia, el 14 de diciembre de 1904, a los 73 años de edad. MAXIMIN GIRAUD quiso estudiar teología, después medicina. Fué siervo papal; murió en su patria a los 38 años de edad.
|
La Aparición de La Salette fué aprobada oficialmente por el obispo de la Diócesis, y reconocida por S. S. Pío IX. El 19 de septiembre de 1851, (quinto aniversario de la aparición), Monseñor Filiberto de Bruillard, Obispo ordinario de la diócesis de Grenoble (Francia), a la que pertenece la aldea de La Salette, publicó un decreto en el que entre otras cosas, dice: «Juzgamos que la aparición de la Sma. Virgen a dos pastores el 19 de septiembre de 1846, en la parroquia de La Salette, arciprestazgo de Corps, (Grenoble, Francia), presenta todas las características de verdadera y los fieles tienen fundamento para creerla como indudable y cierta. Aumenta la certeza el concurso inmenso y espontáneo (de gentes) al lugar de la aparición, así como multitud de prodigios, de los cuales es imposible dudar sin ir contra las reglas del testimonio humano. (…) Por tanto prohi-bimos a los fieles y sacerdotes de nuestra Diócesis hablar públicamente o escribir en contra del hecho que hoy proclamamos.»
El 24 de agosto de 1852, Su Santidad Pío IX, concedió que fuera privilegiado el Altar Mayor del templo de La Salette; el 7 de septiembre fundó la Asociación de Nuestra Señora Reconciliadora de La Salette. La Hermadad Misionera de La Salette, los SALETINOS, cuyos frutos fueron y son muy provechosos para la Iglesia y para las Misiones. León XIII elevó el santuario al rango de Basílica y decretó la coronación canónica de "Nuestra Señora de La Salette", efectuada por el Cardenal de París, el día 21 de Agosto de 1879. Nuestra Señora reveló en La Salette dos secretos, uno a Melanie y otro a Maximin. El secreto dado a Melanie constituye lo que comúnmente se conoce como el"el Secreto de la Salette." Un extracto del mismo fué publicado en 1879 por Melanie, con imprimatur del Obispo de Lecce, – Italia.- En 1922 se dió a conocer el texto completo, con Licencia del Rvdo. Padre Lepidi O.P., Maestro del Sagrado Palacio y Asistente Perpetuo de la Congregación del Santo Oficio, (la Congregación de la Fé.)
EL SECRETO
«Melanie, esto que yo te voy a decir ahora no será siempre secreto; puedes publicarlo en 1858: Los Sacerdotes, Ministros de mi Hijo, los Sacerdotes…, por su mala vida, por sus irreverencias e impiedad al celebrar los santos misterios, por su amor al dinero, a los honores y a los placeres, se han convertido en cloacas de impureza. ¡Sí!, los Sacerdotes piden venganza y la venganza pende de sus cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y personas consagradas a Dios que por sus infidelidades y mala vida crucifican de nuevo a Mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al Cielo y piden venganza, y he aquí que la venganza está a las puertas, pues ya no se encuentra nadie que implore misericordia y perdón para el Pueblo. Ya no hay almas generosas ni persona digna de ofrecer la víctima sin mancha al Eterno, en favor del mundo. Dios va a castigar de una manera sin precedentes. ¡Ay de los habitantes de la Tierra…! Dios va a derramar su cólera y nadie podrá sustraerse a tantos males juntos. ¡Los jefes, los conductores del Pueblo de Dios, han descuidado la oración y la penitencia, y el demonio ha oscurecido sus inteligencias, se han convertido en estrellas errantes que el viejo diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer. Dios permitirá a la serpiente antigua poner divisiones entre los soberanos, en las sociedades y en las familias. (…) La sociedad está en vísperas de las más terribles calamidades y los más grandes acontecimientos. Se verá obligada a ser gobernada por una vara de hierro y a beber el cáliz de la cólera de Dios. Que el Vicario de mi Hijo, el soberano Pontífice Pio IX, no salga ya de Roma después del año de 1859; pero que sea firme y generoso; que combata con las armas de la fe y del amor. Yo estaré con él. (…) Italia será castigada por su ambición de querer sacudir el yugo del Señor de los Señores. (…) La sangre correrá por todas partes. Las Iglesias serán cerradas o profanadas. Los Sacerdotes y religiosos serán perseguidos.(…) Muchos abandonarán la Fé, y el número de Sacerdotes y religiosos que se separarán de la verdadera religión será grande. Entre estas personas se encontrarán incluso Obispos. Que el Papa se ponga en guardia contra los obradores de milagros, pues llega el tiempo en que los prodigios más asombrosos tendrán lugar en la tierra y en los aires. (…) Lucifer, con gran número de demonios, serán desatados del Infierno; abolirán la fe, aún entre las personas consagradas a Dios. (…) Muchas casas religiosas perderán completamente la fe y perderán a muchísimas almas. Los malos libros abundarán en la Tierra y los espíritus de las tinieblas extenderán por todas partes un relajamiento universal en todo lo relativo al servicio de Dios. Habrá Iglesias para servir a esos espíritus. (…) ¡Ay de los príncipes de la Iglesia que se hayan dedicado únicamente a amontonar riquezas, a poner a salvo su autoridad y dominar con orgullo!
El Vicario de Mi Hijo tendrá mucho que sufrir, porque por un tiempo la Iglesia será entregada a grandes persecuciones. Esta será la hora de las tinieblas. La Iglesia tendrá una crisis espantosa. Dado el olvido de la santa Fe en Dios, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. (…) El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él hasta el fin para recibir su sacrificio. Los malvados atentarán muchas veces contra su vida, sin poder poner fin a sus días; pero ni él ni su sucesor verán el triunfo de la Iglesia de Dios. Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo plan, que será abolir y hacer desaparecer todo principio religioso para dar lugar al materialismo, al ateísmo, (…) a toda clase de vicios. Que los que estén al frente de las comunidades religiosas vigilen a las personas que han de recibir, porque el demonio usará toda su malicia para introducir en las órdenes religiosas a personas entregadas al pecado, pues los desórdenes y el amor de los placeres carnales se extenderán por toda la Tierra. Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra; la sangre correrá por las calles; el francés luchará contra el francés, el italiano contra el italiano… habrá una guerra universal que será espantosa. Por algún tiempo Dios no se acordará de Francia ni de Italia, porque el Evangelio de Cristo no es ya conocido. Los malvados desplegarán toda su malicia. Al primer golpe de su espada fulminante las montañas y la naturaleza temblarán de espanto, porque los desórdenes y los crímenes de los hombres traspasan la bóveda de los Cielos. París será quemado, y Marsella engullida; varias grandes ciudades serán sacudidas y engullidas por terremotos. Se creerá que todo está perdido. No se verán más que homicidios, no se oirá más que ruido de armas y blasfemias. Los justos sufrirán mucho, sus oraciones, su penitencia y sus lágrimas subirán hasta el Cielo, y todo el Pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia e implorarán su ayuda e intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de justicia y de su gran misericordia con los justos, mandará a sus ángeles que destruyan a todos sus enemigos. Los perseguidores de la Iglesia de Cristo y los hombres dados al pecado perecerán de golpe, y la Tierra quedará como un desierto.
Entonces será la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado. La caridad florecerá en todas partes. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia que será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado por todas partes y los hombres harán grandes progresos en la fe, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo, y los hombres vivirán en el temor de Dios.» (…)
(Las profecías de La Salette no parecen haber sido dictadas en orden sucesivo, no son correlativas. Continúa:)
«La Tierra será castigada con todo género de plagas. Habrá guerras, hasta la última que la harán los diez reyes del anticristo, los cuales tendrán todos un mismo plan, y serán los únicos que gobernarán al mundo. Antes que eso suceda, habrá una especie de falsa paz en el mundo; no se pensará más que en divertirse; los malvados se entregarán a toda clase de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la fe, mis verdaderos imitadores, creerán en el amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas. Dichosas las almas humildes guiadas por el Espíritu Santo, Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud de la edad. La naturaleza clama venganza contra los hombres, y tiembla de espanto en espera de lo que debe suceder en la Tierra encharcada de crímenes. Temblad Tierra, y vosotros que hacéis profesión de servir a Jesucristo y que interiormente os adoráis a vosotros mismos, ¡temblad!, pues Dios va a entregaros a sus enemigos, porque los lugares santos están en la corrupción. Muchos conventos no son ya casa de Dios, sino pastizales de Asmodeo. Durante este tiempo nacerá el anticristo… Hará prodigios y no se alimentará sino de impurezas. … Se cambiarán las estaciones… Los astros perderán sus movimientos regulares. La luna no reflejará más que una débil luz rojiza. El agua y el fuego causarán en el globo terrestre movimientos convulsivos y horribles terremotos.
ROMA perderá la Fé y se convertirá en la sede del anticristo. Los demonios del aire, con el anticristo, harán grandes prodigios en la Tierra y en los aires, y los hombres se pervertirán más y más. Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres de buena voluntad. El Evangelio será predicado por todas partes. Todos los pueblos y todas las naciones conocerán la verdad.
Hago una apremiante llamada a la Tierra, llamo a los verdaderos discípulos del Dios que vive y reina en los Cielos, llamo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre, el único y verdadero salvador de los hombres. Llamo a mis hijos, a mis verdaderos devotos, a los que se me han consagrado a fin de que los conduzca a mi Divino Hijo, los que llevo, por decirlo así, en mis brazos, los que han vivido de mi espíritu. Finalmente… Llamo a los Apóstoles de los Últimos Tiempos. Los fieles discípulos de Jesucristo que han vivido en el menosprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y en la humildad, en la oración y en la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios. En el sufrimiento, y desconocidos del mundo. Ya es hora que salgan y vengan a iluminar la Tierra: Id y mostraos como mis hijos queridos, yo estoy con vosotros y en vosotros, con tal que vuestra fe sea la luz que os ilumine en esos días de infortunio. … Luchad hijos de la luz, vosotros pequeño número… pues ya está aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los fines. La Iglesia se oscurecerá, el mundo quedará consternado. Pero he ahí ENOC y ELÍAS, llenos del espíritu de Dios; predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas. Harán grandes prodigios por la virtud del Espíritu Santo, y condenarán los errores diabólicos del anticristo. ¡Ay de los habitantes de la Tierra…! Habrá guerras sangrientas y hambres, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias de un granizo espantoso… … Tempestades que destruirán ciudades, terremotos que engullirán países; se oirán voces en el aire; los hombres se golpearán la cabeza contra los muros, llamarán a la muerte. … La sangre correrá por todas partes. ¿Quién podrá resistir si Dios no disminuye el tiempo de la prueba? Por la sangre, las lágrimas y oraciones de los justos, Dios se dejará aplacar. Enoc y Elías serán muertos. ROMA pagana desaparecerá, caerá fuego del cielo y consumirá tres ciudades; el universo entero estará preso del terror, y muchos se dejarán seducir por no haber adorado al verdadero Cristo, que vivía entre ellos. Ha llegado el tiempo. l sol se oscurece, solo la fé vivirá. Aquí está el tiempo. El abismo se abre. He aquí el rey de los reyes de las tinieblas. Aquí está la bestia con sus súbditos, llamándose el salvador del mundo. Se elevará con orgullo por los aires para subir hasta el Cielo. Será sofocado por el soplo de San Miguel Arcángel. Caerá. Y la Tierra, que llevará TRES DÍAS en continuas evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego. Será hundido para siempre, (el anticristo), con todos los suyos, en los abismos eternos del infierno. Entonces el agua y el fuego purificarán y consumirán todas las obras del orgullo de los hombres y todo será renovado. Dios será servido y glorificado.»
Los hechos referidos en el secreto de La Salette no parece ser dictados en orden sucesivo, no podemos entenderlos en forma cronológica. A veces se repite lo que se dijo anteriormente. ( "Estilo cíclico", característica Apocalipsis de San Juan.) Se habla del triunfo definitivo de la Iglesia, después del Juicio de las Naciones o purificación de la humanidad, en el que todo será renovado y habrá entonces un solo rebaño y un solo pastor. También se habla del nacimiento y de la actuación del anticristo. Referirse al anticristo es llegar al máximo grado de apostasía universal. También hace referencia a los dos testigos, que condenarán los errores del anticristo y exhortarán al mundo a hacer penitencia. Testigos que al final serán vencidos y muertos. ( Apoc. cap. XI.) Algunas profecías ya se han cumplido:
A.-Que el Papa no saliera de Roma después de 1859, año a partir del cual, vencida Austria, querían que el Papa abandonase Roma para conseguir la unidad italiana.
B.-La profecía de Napoleón también se cumplió al pie de la letra: cayó "sobre la propia espada de la cual quería servirse para obligar a los pueblos a ensalzarlo"; esa fué Prusia, de ella se sirvió para debilitar a Austria, la potencia católica. etc.
El punto central del mensaje de La Salette es que: 1.- "Vendrán una serie de castigos y catástrofes…", Por causa (o producto), de los pecados de los hombres. 2.- "Muchos sacerdotes se apartarán de la sana doctrina." Una triste realidad hoy en día, de la que nosotros tenemos mucha culpa por no haber rezado suficientemente por ellos. Y ahora satanás ha cegado las inteligencias de muchas almas consagradas.) 3.- "Muchas casas religiosas se apartarán de la verdadera fe." Vivimos en un desconcierto doctrinal sin precedentes. Nuestra Señora hace referencia al anticristo, y que Roma perderá la fe y se convertirá en su sede. (Afirmaciones que no chocan con lo revelado en la Sagrada Escritura.) Dios permitirá a Satanás tentar a los hombres y al mundo y éste llegará al caos, al desorden y la desesperación. Y por un acto de su justicia y su misericordia mandará purificar y renovar al mundo, y a su Iglesia, y la vida en la Tierra continuará con aquellos hombres justos y orantes que supieron estar vigilantes a los mensajes marianos y al espíritu cristiano, y vendrá entonces, -como está profetizado-, el reinado de los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
La Santísima Virgen clarifica en La Salette los Últimos Tiempos, y hace una llamada a los verdaderos imitadores de su Hijo, a los "Apóstoles de los Últimos Tiempos", que ayudarán al triunfo definitivo de Jesucristo, con Paz y reconciliación de Dios con los hombres, cuando la Santa Iglesia será piadosa, fuerte, humilde e imitadora de las virtudes de Jesucristo. Según la tesis de que estamos en los ULTIMOS TIEMPOS, el "Final de los Tiempos", (no el fin del mundo), y que una purificación dará lugar a la conversión de los judíos y del mundo, lo fundamental del Secreto de La Salette, referido a la época actual, es "LA GRAN APOSTASIA" denunciada ya por Pablo VI: "el humo del infierno se ha infiltrado en la Iglesia".
Con una especial responsabilidad del clero. Una crisis espantosa de la Iglesia, una persecución religiosa, y castigos apocalípticos; castigos también anunciados en Fátima, y en otras apariciones: "Varias naciones serán aniquiladas…"
_____________________________________________
«En cuanto a las revelaciones privadas, es mejor creer que no creer en ellas; porque si crees y resultan ser verdaderas, te sentirás feliz de que creiste, porque Nuestra Santa Madre lo pidió. Y si resultan ser falsas, tú recibes todas las bendiciones como si fueran verdaderas, porque creiste que eran verdad.» (Papa Urbano VIII, 1636 )
9 de septiembre de 2012
+ Qué es el "humo de Satanás" +
Publicado en "La buhardilla de Jerónimo"
La revelación del Cardenal Noé: “Cuando Pablo VI denunció el humo de Satanás en la Iglesia, se refería a los abusos litúrgicos que siguieron al Vaticano II”
por Bruno Volpe
***
Ciudad del Vaticano - Habla con un hilo de voz y a veces la fatiga es tan pesada que debe parar. Pero su mente es lúcida, y su corazón, bueno. La entrevista con el Cardenal Virgilio Noé (en la foto), 86 años, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas bajo los pontificados de Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, luego Arcipreste de la Basílica de San Pedro y Vicario del Papa para la Ciudad del Vaticano, se revela conmovedora y, al mismo tiempo, cautivadora. El purpurado, que ha abandonado ya hace mucho la vida pública a causa de los achaques propios de la edad, nos ayuda a conocer mejor a un Pontífice olvidado en la prisa de la historia: Giovani Battista Montini. Revela por primera vez a qué se refería precisamente Pablo VI cuando, en 1972, denunció la presencia del humo de Satanás en la Iglesia.
Eminencia, ¿quién era Pablo VI?
“Un caballero, un Santo. Recuerdo aún cómo vivía el misterio de la Eucaristía, con pasión y participación. Cuando pienso en él lloro, pero no a manera de los hipócritas. Me conmuevo sinceramente. Le debo tanto, me ha enseñado mucho, ha vivido y se ha gastado siempre por la Iglesia”.
Usted ha tenido el privilegio de ser Maestro de las Ceremonias Litúrgicas gracias al nombramiento del Papa Montini en tiempos de la reforma post-conciliar. ¿Cómo recuerda aquellos tiempos?
“Espléndidamente. Una vez, el Santo Padre me dijo, personalmente, y de manera afectuosísima, cómo debía realizar el ceremoniero esa función en aquel preciso período histórico. Sucedió en la sacristía. Se acercó y me dijo: el ceremoniero debe prever todo y hacerse cargo de todo, tiene la función de hacerle más fácil el camino al Papa”
¿Agregó algo más?
“Sí. Afirmó que el ánimo de un ceremoniero no debe ser turbado por nada, por pequeños o grandes que sean sus problemas personales. Un ceremoniero, subrayó, debe permanecer siempre dueño de sí mismo y hacer de escudo al Papa, porque la Santa Misa debe ser celebrada dignamente, para la gloria de Dios y de su pueblo”.
¿Cómo aceptó el Santo Padre la reforma litúrgica querida por el Vaticano II?
“De buen grado”.
Se cuenta que Pablo VI era un hombre muy triste: ¿es verdad o leyenda?
“Una mentira. Era un padre bueno y tranquilo, un caballero y un Santo. Al mismo tiempo, estaba dolorido por el hecho de haber sido dejado solo por la curia romana. Pero de esto prefiero no hablar.”
Entonces, desmintiendo las historias, Ud. que ha sido uno de sus más estrechos y fieles colaboradores, describe al Papa Montini como una persona serena.
“Lo era. ¿Y sabe por qué? Porque afirmaba siempre que quien sirve al Señor no puede estar nunca triste. Y él lo servía especialmente en el sacrificio de la Santa Misa”.
Ha quedado para la historia la denuncia de Pablo VI sobre la presencia del humo de Satanás en la Iglesia. Aún hoy, aquel discurso parece de una actualidad increíble. Pero, con exactitud, ¿qué quiso decir el Papa?
“Ustedes, los de “Petrus”, han hecho un buen tiro, porque estoy a punto de revelar, por primera vez, lo que intentaba denunciar Pablo VI con aquella afirmación. Sí, el Papa Montini, por Satanás intentaba clasificar a todos aquellos sacerdotes u obispos y cardenales que no rendían culto al Señor celebrando mal la Santa Misa, a causa de una errada interpretación y aplicación del Concilio Vaticano II. Habló de humo de Satanás porque sostenía que aquellos sacerdotes que deforman la Santa Misa en nombre de la creatividad, en realidad estaban dominados por la vanagloria y la soberbia del Maligno. Por lo tanto, el humo de Satanás no era otro que la mentalidad que quería desbaratar los cánones tradicionales y litúrgicos de la ceremonia eucarística.”
Y pensar que Pablo VI está señalado casi como la causa de todos los males de la liturgia post-conciliar. Pero teniendo en cuenta lo que Ud. revela, Eminencia, Montini comparó el caos litúrgico directamente con algo infernal, , aunque de modo velado.
“Él codenaba la sed de protagonismo y el delirio de omnipotencia que siguieron a nivel litúrgico al Concilio. La Misa es una ceremonia sagrada, repetía con frecuencia, todo debe ser preparado y estudiado adecuadamente respetando los cánones, nadie es “dominus” de la Misa. Desgraciadamente, muchos, después del Vaticano II no lo han entendido y Pablo VI sufría viendo el fenómeno como un ataque del demonio”.
Eminencia, en conclusión: ¿qué es la verdadera liturgia?
“Es rendir gloria a Dios. La liturgia se lleva a cabo siempre y en todo caso con decoro: también la señal de la cruz mal hecha es sinónimo de desprecio y dejadez. Lamentablemente, lo repito, después del Vaticano II se ha creído que todo o casi todo estaba permitido. Ahora, se necesita recuperar, y rápidamente, el sentido de lo sagrado en el “ars celebrandi”, antes que el humo de Satanás penetre completamente toda la Iglesia. Gracias a Dios tenemos al Papa Benedicto XVI: su Misa y su estilo litúrgico son un ejemplo de corrección y dignidad.
|
|
|
|
|
|
|
Hoy habia 22 visitantes (28 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página! |
|
|
|
|
|
|