QUIJOTE SIGLO XXI - (www.elquijotesiglo21.es.tl)  

 
 

   
  EL QUIJOTE AÑO 2012
  El Blog de Cabildo
 


21 de Septiembre de 2012
Buscado
URQUIZA SE BUSCA…
PARA RENDIR CUENTAS


En un artículo titulado “Urquiza se busca”, el escritor liberal Alejandro Poli Gonzalvo hizo un encendido panegírico del General Justo José de Urquiza.
La nota de marras fue publicada en el diario “La Nación” del 26 de octubre de 2010, y en ella el autor sostiene que el caudillo entrerriano tuvo “la grandeza de acordar con el oponente en beneficio del valor superior de la nación”; que fue un “verdadero estadista”; que en pos de sus ideales abandonó su posición partidista; que superó las discordias que aquejaban a nuestro país; y que estaba “exento de revanchismos hacia quienes fueron sus enemigos”; entre otros elogios similares.
Lo insólito es que toda esta glorificación viene al caso por el hecho de que Urquiza derrocó a don Juan Manuel de Rosas, y se arregló con Mitre y los liberales. Obviamente el autor no tiene en cuenta que al hacer esto el entrerriano, primero traicionó a su Patria, uniéndose a un enemigo exterior; y luego abandonó a un destino de muerte y padecimiento a aquellos que confiaban en él.
Es decir el elogio es completamente improcedente, y la realidad es que Urquiza fue todo lo contrario de lo que se quiere retratar.
Este caudillo cuando se pronunció en contra de Rosas no lo hizo teniendo en cuenta el interés supremo de la Nación, sino sus intereses personales. Lo que buscó fue conservar su inmensa fortuna, amasada en gran parte con negocios turbios, y conservar el poder omnímodo que tenía en su provincia. Su mismo secretario personal, Nicanor Molina, dio testimonio de ello al decir que “al pronunciamiento se fue porque Rosas no permitía el comercio del oro por Entre Ríos”.
Por otro lado Urquiza no abandonó su posición partidista —como dice Gonzalvo— movido por ideales sino por los patacones con que los brasileños lo compraron. Y esto no es algo que afirmen gratuitamente los revisionistas sino que lo reconoce expresamente un antirrosista como Domingo Faustino Sarmiento en una carta que le envió al entrerriano, el 13 de octubre de 1852, en la cual le enrostra que conocía las razones por las que entró en la alianza en contra de Rosas, y que se le cayó la cara de vergüenza cuando los brasileños le dijeron "¡Sí, los millones con que hemos tenido que comprarlo para derrocar a Rosas! Todavía después de entrar a Buenos Aires quería que le diese los cien mil duros mensuales mientras oscurecía el brillo de nuestras armas en Caseros para atribuirse él solo los honores de la victoria.”
Y lo más grave es que Urquiza fue plenamente conciente de que lo que hizo configuraba el delito de traición, pues en una oportunidad anterior —en 1850— cuando los brasileños lo tentaron para que fuera neutral en la guerra contra la Confederación les supo contestar que hacer tal cosa era traición a la Patria, y que llegado el caso estaría “al lado de su honorable compañero el gran Rosas”.
Por otro lado tampoco es cierto que Urquiza, luego de perpetrada su infamia haya superado las discordias y estuviera exento de revanchismos. La prueba está en lo que hizo después de Caseros.
Luego de esa batalla, por orden suya fueron ejecutados todos los prisioneros del regimiento de Aquino; él mismo mandó a fusilar al coronel Chilavert (un héroe de Ituzaingó y Vuelta de Obligado); y con su consentimiento degollaron al coronel Santa Coloma; por citar algunos de los tantos crímenes de los cuales es responsable.
Y sobre esto también hay muchos testimonios, entre ellos esta el de un general de su propio ejército, Cesar Díaz, quien en sus memorias relata que: “Un bando del general en jefe había condenado a muerte al regimiento del coronel Aquino, y todos los individuos de ese cuerpo que cayeron prisioneros fueron pasado por las armas. Se ejecutaban todos los días de a diez, de a veinte y más hombres juntos… Los cuerpos de las víctimas quedaban insepultos, cuando no eran colgados de algunos de los árboles de la alameda que conducía a Palermo. Las gentes del pueblo que venían al cuartel general se veían obligadas a cada paso a cerrar los ojos para evitar la contemplación de los cadáveres desnudos y sangrientos que por todos lados se ofrecían a sus miradas; y la impresión de horror que experimentaban a la vista de tan repugnante espectáculo trocaba en tristes las halagüeñas esperanzas que el triunfo de las armas aliadas hacía nacer.”
¿Y qué ganó con todo esto el “gran estadista”? que el Brasil logre sus objetivos estratégicos; que nuestro país pierda la soberanía sobre sus ríos interiores; que se destruya nuestra industria con la derogación de la Ley de Aduanas; que se desate una tremenda crisis financiera; que se rompa la unidad nacional con la separación de Buenos Aires de la Confederación; y que por todo nuestro territorio se instale un régimen de terror y sangre.
Por su culpa se acabó con la paz y la unidad que había logrado conseguir Rosas. Por su defección los unitarios y liberales arrasaron la campaña de Buenos Aires, e invadieron las provincias masacrando a todos los opositores, ya sean jefes prestigiosos o simples gauchos pobres.
En Jujuy, fusilaron al gobernador rosista José Mariano Iturbe, a pesar de que había renunciado a su cargo tras enterarse de la victoria de Urquiza.
En 1856, el gobernador de Buenos Aires, Pastor Obligado, ordenó a Mitre “pasar por las armas” sin juicio previo al general Jerónimo Costas y a más de un centenar de sus hombres, por haber intentado reintegrar esa provincia a la Confederación.
En San Juan asesinaron al general Benavides, a quien tenían preso, en medio de todo tipo de suplicios. El mismo destino tuvo el gobernador Virasoro, derrocado y asesinado por instigación de Sarmiento y Mitre en 1860.
Y lo peor vino después de Pavón. Cuando victorioso Mitre, gracias a que Urquiza le entregó la victoria cumpliendo un pacto masónico; los liberales sembraron el terror por todo el país.
De esos tiempos es la famosa carta en la que Sarmiento le aconsejaba a Mitre que no economizara sangre de gauchos, que era lo único que estos tenían de humano.
Cumpliendo esas indicaciones, Venancio Flores degolló a cientos de federales en Cañada de Gómez; y a ese hecho le siguieron atrocidades similares en Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja.
Por ello es que reaccionaron el Chacho Peñaloza y Felipe Varela. Y pagaron muy caro hacerlo. La Rioja fue asolada y el Chacho asesinado, para felicidad de Sarmiento. Las tropas “civilizadoras” pasaron por las armas a todo prisionero que tomaron en aquella provincia, y vejaron a toda la población civil que sospechaban hostil.
Y mientras las tropas mitristas —en plena vigencia de la Constitución—, desataban este baño de sangre en el país, Urquiza les dio la espalda a quienes confiaban en él, y se quedó en su palacio cuidando de sus negocios.
Sobre la paz de este cementerio se instaló el Estado anti-nacional que querían el liberalismo, la masonería y el capitalismo internacional.
Y ese es el hombre que Gonzalvo exalta, y al que considera un verdadero federal. Por algo José Hernández supo decir: “Urquiza, era el gobernador tirano de Entre Ríos, pero era más que todo, el jefe traidor del gran partido Federal, y su muerte mil veces merecida, es una justicia tremenda y ejemplar del partido otras tantas veces sacrificado y vendido por él”.
Edgardo Atilio Moreno



19 de septiembre de 2012
Obituarios fallidos
“CABILDO”
EL MUERTO VIVO

“ Y no estaba muerto no, no
y no estaba muerto no, no,
y no estaba muerto no, no,
estaba tomando cañas, lerelele...”
(Rumbita española)

En el nº 524 del periódico “COMUNIDADES. Periódico Judío Independiente”, fechado simultáneamente el 12 de junio del corriente y el 23 de Sirvan de 5772, se publica muy seriamente una nota titulada “Cerró la revista Cabildo”; precedida de una previsible volanta que dice: “Fue un ícono del antisemitismo argentino”.
Advertidos de nuestra muerte, por un camarada a quien su confesor —de puro jansenista— le mandó como feroz penitencia leer estas barreduras, accedimos al ejemplar, y para nuestra sorpresa nos encontramos con que el suelto era una reproducción de una noteja vil de Raúl Arcomano, publicada en Mirada al Sur el 22 de agosto de 2010 (cfr. http://sur.infonews.com/notas/adios-cabildo-adios ), y reproducida (entre otros medios), el 2 de septiembre de 2010 en “Convergencia. Por un judaísmo humanista y pluralista” ( cfr. http://www.espacioconvergencia.com.ar/index.php?option=com_content&task= view&id=1778&Itemid=43). “Comunidades” plagiaba un artículo, lo daba como reciente teniendo dos años de antigüedad, y mientras “Cabildo” estaba en la calle con su número 96 a cuestas, celebraba su extinción. ¡Esto sí que es profesionalismo!
Del exabrupto de Arcomano nada diremos, porque el Libro de los Proverbios bien nos prescribe que a los necios nada debe respondérseles para que no se crean sensatos. Pero ante la burrada de “Comunidades” no sabemos qué carcajada lanzar primero. Consultado que se hubo un risoterapeuta, nos aclaró que la risa con ja beneficia el sistema digestivo y reproductor, mientras que la que se profiere con je y ji favorece la función hepática y circulatoria, reservando la risotada con jo y ju para los necesitados de riego cerebral y funciones respiratorias.
Invitamos a nuestros lectores a que rían con todas las vocales. Y a nuestros homicidas le recordamos la escena segunda del acto cuarto del “Le menteur” de Corneille. Allí, el mentiroso Dorante, blasonaba de haber muerto en duelo a su rival en sentimentales lides. Cuando el conjetural finado aparece vivito y coleando, retumba la famosa frase, ya mentada por Alarcón unos años atrás, y conocida popularmente con esta redonda factura: los muertos que vos matáis gozan de buena salud.
Antonio Caponnetto



14 de Septiembre de 2012
Alí Babá y muchos más
BROCHERO:
ORA POR NOBIS


A mi mujer, una nuera muy viajera que tenemos le trajo de regalo de Turquía, entre otras cosas, una colección de té en saquitos de muy distintos gustos. Por ejemplo, de manzanas, de rosas, verde, etc. Incluso se puede decir que son bastante ricos. Lo que nos trajo a la memoria nuestras pasadas épocas juveniles fue la marca de esos productos: Alí Babá.
Era uno de nuestros cuentos predilectos, Alí Babá y los cuarenta ladrones. La nostalgia me hace volver violentamente al presente, y me obliga a preguntarme si hoy, en Argentina, en vez de ser cuarenta no serán cuarenta mil, cuatro millones o más.
Lo bueno del cuento era que los ladrones tenían una cueva como guarida. Pero en la realidad nacional estamos en desventaja. ¿Cuál es la cueva que tienen en nuestro país? Porque con los medios de control modernos, por todos conocidos, no sería demasiado difícil alcanzar su más completa liquidación. Ni siquiera sería necesario correr la piedra que cerraba la cueva con la mágica palabra “ábrete-sésamo”.
A cambio de esta carencia de medios de control del latrocinio, tenemos la posibilidad de elevar nuestras oraciones al Cura Brochero, pidiendo su mediación. El sacerdote gaucho penetraba en las cuevas de los bandidos y llevaba a muchísimos gauchos a hacer retiros espirituales en Traslasierra, provincia de Córdoba.
Su proceso de beatificación está culminando bajo el pontificado de Benedicto XVI, quien nos ha pedido muy especialmente que recemos por nuestros pastores, varios de ellos mudos y silenciosos en medio de la más grande corrupción de nuestra historia.
Lo más grave es que son pocos los pastores de la Iglesia que hablan del Evangelio, de Jesús, de la Santisima Virgen, de la Sagrada Familia, del pecado. O tambien de apercibir o sancionar a aquellas autoridades que se dicen catolicos pero promueven legislaciones contra la Iglesia de Cristo y el Derecho Natural.
Repitamos con Martín Fierro: “¡Vengan santos milagrosos, vengan todos en mi ayuda!”
Carlos Llambías

12 de septiembre de 2012
Mirando pasar los hechos
AZOTE URBI ET ORBI
TELÓN CALLANDO
CÓLERA

Las sorpresivas palabras pronunciadas por el Arzobispo de Buenos Aires resonaron como fuertes chasquidos en la Universidad Católica Argentina (el 8 de septiembre de 2012). Execraba a los sacerdotes que no bautizan a hijos de madres solteras. Una omisión desconocida por todos hasta el momento.
“Éstos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron* (sic) a la Iglesia”. “Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo…” Fue la terrible admonición. Y aquí cumple una digresión, para observar que “remitente” significa “el que envió a la criatura”… ¿Vale decir el Creador? Y que el neologismo “clericalizaron” deriva de clericalismo, un término despectivo utilizado por los laicistas para criticar la influencia religiosa en la sociedad
COTEJO
Todo produce estupor. Al ventilarse cierta cuestión interna e ignorada, mientras un silencio espeso cubre el gran escándalo que conmueve a propios y extraños: El 25 de Agosto —pocos días antes de la aludida fustigación— fueron bautizados en Buenos Aires dos niños mellizos. Y una vistosa fotografía, difundida por los medios*, muestra en la basílica del Santísimo Sacramento, a los felices “padres” posando junto al sonriente sacerdote revestido ceremonialmente. Cuyo abrazo a la “madre” registra otra escena…
CONCLUSIONES
Todo ello reflejaría un acontecimiento jubiloso y ejemplar, si no se tratara de algo increíble: Los “progenitores” son un famoso líder transexual y su pareja; los inocentes niños provienen de un vientre alquilado en Norteamérica. Con lo cual para muchos, queda “religiosamente” respaldado el matrimonio homosexual y el alquiler de vientres que propugna la persecución. Y a ojos de no pocos debilitan, todavía más, las objeciones expresadas en el “aporte orientado a contribuir a la mejor Reforma del Código Civil”; que presentó el presidente de la Comisión Episcopal el 23 de Agosto.
CARTA ABIERTA
Al señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Dr. Ricardo Lorenzetti.
Señor Presidente:
En el periódico “Página 12” (del 26 de agosto de 2012), V.S. ha manifestado que “un código es una casa, los cimientos y sus paredes son los consensos básicos, luego, cada uno vive como quiere y disputa dentro de cada habitación”. Retórica albañila evidentemente ponderativa de la más amplia diversidad conducida por V.S., conforme a sus palabras.
En dicha ocasión V.S. afirmó que la Conferencia Episcopal apoya la reforma del Código Civil, haciendo con mesura solamente algunas objeciones. Pero trascartón acusó de “fanáticos y fundamentalistas” obviamente a los católicos opuestos en absoluto a esa reforma, por sus contenidos de inspiración anticristiana y contra natura. No puede sorprender entonces que se sientan derrumbados. No sólo por el amargo fruto inmediato del aporte episcopal, ponderado por V.S.; sino también por el crujido —a causa de sus expresiones inflexibles— de la espectacular tolerancia edificada frente a los departamentos rufianescos cercanos a la Corte Suprema.
Con este motivo saludo a V.S. reiterando mis expresiones de sorpresa.
Casimiro Conasco

8 de Septiembre de 2012
Editorial del Nº 98
TOBÍAS

Aunque de vicios del peor calibre van cargándose día a día los registros de esta época y bajo estos gobernantes, durante los primeros días de agosto trajeron los medios la noticia que faltaba para completar el cuadro del oprobio absoluto. En Buenos Aires, pero —al parecer— por primera vez en el mundo, a dos depravados que viven en homosexual coyunda, se les reconoció oficial y formalmente el rango de padres de una criatura, cuyo nacimiento habían encargado en la India, pagándole a una mujer la locación de su útero.
Salteamos por improcedente cualquier réplica que pudiera dárseles a los justificadores de tamaño delito contra natura. En el capítulo once del primer libro de la Tópica, Aristóteles nos sigue enseñando que hay algunos que “castigo requieren y no argumentos”. Y es este el caso. Salteamos asimismo, aunque no sin dolores hondos, cualquier reflexión sobre la ignota fémina que aceptó el execrable negocio de dar a luz para satisfacer el capricho de un par de corruptos.
Sólo en tres aspectos de este drama queremos centrarnos.
El primero es que tamaña perversión de la naturaleza no es un hecho aislado. Se inscribe dentro del plan mayor de cultura de la muerte, que las actuales autoridades políticas han trazado en consonancia con los poderes mundiales. El plan reclama, entre otras cosas, un cambio en las leyes, para que todo vestigio de orden natural en ellas resulte desterrado. Tal lo que vienen haciendo a cuatro manos, aunque cuadrara mejor escribir a cuatro zarpazos. Por eso subleva tanto presenciar la actitud melindrosa y apocada de nuestros pastores, objetando algunos de estos cambios legales, cuando lo que debiera escuchárseles es una voz de trueno, despertando a las conciencias creyentes e instándolas dar batalla contra la abyección democrática que vivimos. Por eso incluso no hay palabras para manifestar la perplejidad que nos ha causado la noticia del bautismo público, en el Santísimo Sacramento, de dos criaturas inocentes capturadas por un travesti y su amante. La Iglesia no puede convalidar estas parodias de “familias”, insolentemente alzadas contra la ley natural y la ley divina. Sonidos veraces y estentóreos que derrumben los muros de Jericó, se necesitan; y no melifluas cadencias dispuestas a integrarse al coro pluralista del “modelo”.
Lo segundo que debe quedar dicho, es que la aberración que comentamos fue prohijada formalmente por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cuyo titular —un mercader cretino y tilingo de pro— se insiste en adscribir a una oposición nada menos que fascista. Como si el macrismo pudiera ser clasificado con categorías políticas en vez de entomológicas. Pero debe subrayarse el hecho de la plena y pública aquiescencia del gobierno nacional para consumar tamaño atropello. Riñen por los subtes, por los dólares, por la “metropolitana”, por los votos o por el control bancario. Cuando hay que matar a Cristo, están juntos y prontos, como lo estuvieron Caifás y Pilatos, más allá de temporales reyertas. Todos son opositores, escribimos tiempo atrás. Se oponen a Dios y a la Patria Argentina. He aquí una nueva y desgarradora prueba.
Pero lo tercero es lo más grave, y no hallamos palabras suficientes para retratarlo. Tobías —tal el nombre del niño inocente que se ha puesto en las manos repugnantes de dos bufarrones— se criará en un maldito y falso hogar, remedo crapuloso de toda genuina familia, parodia criminal de una casa normalmente constituida, mueca sacrílega y endemoniada de todo verdadero linaje. Tobías fue condenado a vivir sin madre por unos gobernantes que, a fuer de hideputismo consumado, ya ni quieren recordar que alguna vez tuvieron una.
No es necesario caer en ningún sentimentalismo para justipreciar la presencia insoslayable de la madre en la vida del hombre. Alguien decididamente alejado de cualquier propensión tanguera lo dejó dicho con palabras tan nobles como su vida martirial: “En la madre se encierra un gran milagro y un gran misterio —escribió el glorioso Cardenal Mindszenty—. Todos los hombres, felices o infortunados, se estremecen y conmueven ante esta palabra: madre”. A Tobías le han arrebatado el milagro y el misterio maternos, en nombre de una ideología degenerada y obscena.
La Historia Sacra sin embargo, registra otro Tobías. Sobre él, nuestro admirado amigo Miguel Cruz, ha escrito un bello libro que nos confortó en estas horas aciagas. El Tobías veterotestamentario fue protegido en su “travesía sembrada de peligros y de miedos, por una misteriosa figura fraterna”. Era San Rafael Arcángel. Con su auxilio venció al demonio Asmodeo, forjó su matrimonio, cumplió sus deberes para con Dios y alcanzó la dicha. A San Rafael encomendamos vivamente este Tobías nuestro, rehén de dos crápulas estatalmente asistidos. Quiera el Arcángel librarlo de su prisión y concederle la gracia de un padre y de una madre, como merecen todos los hombres dignos.
Antonio Caponnetto



22 de Agosto de 2012
Nuevo Orden
¿QUÉ SOY?

“No terminan de asombrarnos,
y es tan grande el desatino”
(Tango “Argentina Primer Mundo”,
de Eladia Blázquez)

Conviene recordar la definición de estrategia del General André Beaufre en su “Introducción a la Estrategia”:
“Es la dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza para resolver sus conflictos”; y conviene tener asimismo una idea clara de lo que la palabra fuerza significa: no sólo la capacidad física, sino también, y en grado eminente, la psicológica, para doblegar insidiosamente la voluntad del adversario, en particular si se la ejerce en forma permanente.
La Guerra Cultural es hoy la primera responsable de ejecutar esta estrategia, siendo su principal objetivo imponer una Cultura de la Decadencia, sin Orden Natural ni espíritu de resistencia al caos. Su objetivo, en suma, es destruir todo cuanto pueda generarle reacciones.
Una sociedad o una nación, al ser destruidas de este modo, es difícil que puedan mantener su identidad. Por ese motivo Richard Gardner, en el mes de abril de 1974, en el “Foreing Affairs”, órgano oficial del Council on Foreing Affairs, decía: “de ese modo llegaremos a poner fin a las soberanías nacionales, corroyéndolas pedazo a pedazo”. Arturo Jauretche lo graficó en su “Manual de Zonceras Argentinas” (1968) transcribiendo el dicho popular “Mama, haceme grande, que zonzo me vengo solo”, lo cual constituye para él otra zoncera, porque ocurre a la inversa: “nos hacen zonzos para que no nos vengamos grandes”.
Y qué cosa más útil para destruir la identidad global de una nación que destruir la identidad de cada uno de sus habitantes; y para esto qué mejor que destruir su origen. “El hombre que no tiene historia no tiene identidad”, decía Juan Pablo II.
Por su parte, en “Historia como Sistema”, dice Ortega y Gasset: “Indemostrada como está la tesis evolucionista, cabe decir que el tigre de hoy no es más ni menos tigre que el de hace mil años. Pero el individuo humano no estrena la humanidad. De aquí que su humanidad, la que en él comienza a desarrollarse, parte de otra que ya se desarrolló y llegó a su culminación, en suma, acumula a su humanidad un modo de ser hombre ya forjado, que él no tiene que inventar, sino simplemente instalarse en él, partir de él para su individual desarrollo”.
Salvando las diferencias, esto ya lo saben las monas, que no abandonan a sus crías hasta al menos los cuatro años, cuando ya pueden defenderse. Pero revolución cultural mediante, el asunto es que ahora, según el proyecto de reforma del Código Civil, los cónyuges —que ya no serán hombre y mujer, sino “contrayentes”— tampoco llamados padre y madre, sino “relaciones filiatorias”, “no estarán obligados a vivir bajo un mismo techo”, de tal manera que los hijos podrían fácilmente no recibir esa herencia experiencial. Estamos peor que los animales.
A su vez, Hilaire Belloc en “Las Grandes Herejías”, hace ya un rato (murió en 1953), en el capítulo dedicado a lo que él llamó el ataque moderno, decía que, a falta de mejor definición, él creía que la manifestación del Anticristo consistirá en “un asalto en masa contra la Fe, contra la existencia misma de la Fe. Y el enemigo que ahora avanza contra nosotros está cada vez más conciente del hecho de que no puede haber cuestión de neutralidad […]. La batalla se libra en una línea definida de ruptura y resultará en la supervivencia o la destrucción de la Iglesia Católica. Y de toda su filosofía, no de una parte de ella”.
Se trata de una fuerza “fundamentalmente materialista”, “materialista en su concepción de la historia y fundamentalmente en todos sus proyectos de reforma social”.
Si volvemos nuevamente sobre la precitada reforma del Código Civil, veremos que Belloc no disparataba. La fidelidad y el respeto recíproco de los cónyuges han sido eliminadas.
Vale aclarar algo con respecto al término fidelidad. Como es sabido, proviene de fides, fe, y comprende:
a) fe en uno mismo, la que mantiene la autoestima y que al perderse casi asegura la infidelidad hacia otros; y
b) fe en otros: confiar y esperar en quien se deposita la confianza.
Regresando a Hilaire Belloc, éste continúa diciendo (hace mucho más de medio siglo, recordemos) que tenemos que juzgar este ataque materialista por sus frutos, los cuales, “aunque no maduros aún, son ya manifiestos”.
Y en principio considera que “los primeros frutos aparecen en la zona de la estructura social”, abarcando e implicando toda la naturaleza moral del hombre. “La crueldad será el fruto principal en el terreno social del ataque moderno, como la resurrección de la esclavitud será el fruto en el terreno social […]. No rige ya el concepto de que el hombre, como hombre, es algo sagrado. Esa misma fuerza que ignora la dignidad humana ignora también el sufrimiento humano”. Nadie se apiada de una cosa.
El tango invocado en nuestro epígrafe dice en otra parte: “si parece la utopía de un mamao”, no sin razón. Claro que entonces se refería a un personaje local, riojano él.
Pero el concepto se aplica principalmente a los que dan las órdenes. Por ejemplo, a James Warburg, quien en una declaración ante la Comisión del Senado Norteamericano Para Asuntos Exteriores, en 1945, expresó: “El gran interrogante de nuestro tiempo no es si el unimundo puede ser alcanzado o no, sino si el unimundo puede ser alcanzado por medios pacíficos o no. Nos guste o no, tendremos unimundo. El interrogante es sólo si mediante acuerdo pacífico o con violencia”. Utopista por la meta desmesurada —corredores detrás del viento, según Eclesiastés 1, 14 y s.s.— y mamados, no por un buen y noble vinito, sino por una ambición y soberbia sin fronteras.
Para recuperar nuestra identidad no creo que sea necesario, como postulan algunos, complicarse con comunidades adoradoras de dioses paganos, embotarse con músicas desenfrenadas o saturarse con drogas.
Tal vez alcance con preguntarse, de menor a mayor, ¿cuál es mi nombre?, ¿cuál es mi sexo?, ¿cuál es mi bandera?, ¿cuál es mi religión?, ¿estoy orgulloso de esto?
Y tal vez así, si alguna vez nos preguntan ¿eres un hombre o un ratón? no tengamos que tardar mucho para responder.
Luis Antonio Leyro


14 de Agosto de 2012
Definiciones
LA INMUNDICIA GOBERNANTE
NADA TIENE QUE VER
CON EL NACIONALISMO

A cuarenta años de haber sido pronunciadas,
las siguientes palabras de Jordán Bruno Genta
cobran más vigencia que nunca:


“El nacionalismo argentino, en sus versiones más difundidas, como el nacionalismo de izquierda y el justicialismo, padece una grave distorsión ideológica originada en la dialéctica populista-clasista y socialista que informa su doctrina política. Este carácter ideológico lo compromete con la subversión marxista-leninista que avanza arrolladora en América Latina […]
La guerra subversiva se reviste de un fingido nacionalismo y su divisa ostensible es la liberación nacional […], pero tan solo una inexcusable ingenuidad o una complicidad solapada, pueden desconocer que en todas partes es una expresión del poder comunista mundial […]
El populismo, el clasismo y el socialismo son incompatibles con el orden de los principios de un nacionalismo constructivo y restaurador, jerárquico e integrador, cristiano y argentino en su contenido objetivo y en su estilo”.
Jordán Bruno Genta
“El Nacionalismo Argentino”,
Buenos Aires, Editorial Cultura Argentina, 1972, Introducción
7 de Agosto de 2012
De pluma ajena
SAN MAXIMILIANO KOLBE

En un antiguo número de “Catapulta” —la briosa y siempre bien informada publicación digital que dirige el Dr. Augusto Padilla— se publicó una nota titulada “El libro de cabecera de San Maximiliano Kolbe”, tomada a su vez del nº 125 de la revista italiana “Chiesa Viva”.
Hemos creído oportuno ofrecer a nuestros lectores una traducción de dicha nota. Porque el caso de San Maximiliano es una prueba de varias cosas que no deben dejar de ser dichas. La primera, bien que triste, del poder de la judería, como diría Israel Shamir. Ya que si hubo una canonización impulsada por Israel y por los partidarios de la herejía judeo-católica fue ésta. Era el santo que necesitaban para terminar de demonizar el “holocausto” y anatematizar al Tercer Reich, no por lo que tuviera de reprobable, sino en la línea de la propaganda aliadófila.
Pero Dios no se deja burlar; y escribe derecho con renglones torcidos, según popular sentencia. Y a poco de elevado a los altares —estudiando y revisando su vida y su obra— se supo que San Maximiliano había dedicado gran parte de su esfuerzo apostólico a combatir la conjura masónica y judaica que no deja de abatirse contra la Cristiandad. Era, pues, un santo católico, y no la ficción hagiográfica que la propaganda modernista quería imponer.
Agradecemos al Cielo la existencia de este varón justo; al Papa Juan Pablo II su canonización, al Yuyo Padilla la noticia que transcribimos, y a Mario Caponnetto la traducción castellana de la misma.
En 1917, Maximiliano Kolbe funda la “Milicia de la Inmaculada”. Naturalmente, su lucha no fue la de abatir las almas del enemigo sino la de llamarlo y convertirlo en pro de su eterna salvación. Por eso, el Padre Kolbe se dirigía a sus enemigos.
En un artículo suyo titulado “¡Pobrecillos!”, escribía: “El hombre ha sido redimido. Cristo ha fundado su Iglesia sobre la roca. Una parte del pueblo hebreo reconoció en Él al Mesías; los otros, sobre todo los fariseos soberbios, no quisieron reconocerlo, persiguieron a sus seguidores y dieron curso a un gran número de leyes que obligaban a los hebreos a perseguir a los cristianos. Estas leyes, junto a narraciones y a apéndices, hacia el año 500, formaron un libro sagrado, el «Talmud». En este libro, los cristianos son llamados: idólatras, peores que los turcos, homicidas, libertinos impuros, estiércol, animales de forma humana, peores que los animales, hijos del diablo, etc. Los sacerdotes son llamados adivinos y cabezas peladas […] a la Iglesia se la llama casa de estulticia y suciedad. Las imágenes sagradas, las medallas, los rosarios, son llamados ídolos. En el «Talmud», los domingos y las fiestas son considerados días de perdición. En este libro se enseña, entre otras cosas, que a un hebreo le está permitido engañar y robar a un cristiano, pues todos los bienes de los cristianos —está escrito— «son como el desierto: el primero que los toma se hace dueño». Esta obra que recoge doce volúmenes y que respira odio contra Cristo y los cristianos, es considerada por estos fariseos un libro sagrado, más importante que la Sagrada Escritura”.
En ocasión del Congreso Internacional de los masones, celebrado en Bucarest en 1926, el Padre Kolbe, escribió en un artículo: “Estos señores (es decir, los masones) creen que son ellos quienes han de gobernar: escuchemos, entonces, lo que escriben los «Protocolos de los Sabios de Sión»”, documento que el Padre Kolbe llamaba: “el verdadero libro fundamental de la Masonería”.
Escribe el Santo: “El protocolo número 11 afirma: «Crearemos y pondremos en vigencia las leyes y los gobiernos […] y, en el momento oportuno, […] bajo la forma de una revuelta nacional. […] Es necesario que las poblaciones, desconcertadas por la revuelta, puestas todavía bajo la influencia del terror y de la incertidumbre, comprendan que somos de tal modo fuertes, de tal modo intocables, de tal modo llenos de poder que en ningún caso tendremos en cuenta sus opiniones y sus deseos sino, antes bien, que estamos en grado de aplastar sus manifestaciones en cualquier momento y en cualquier lugar […] Entonces, por temor, cerrarán los ojos y permanecerán a la espera de las consecuencias […] ¿Con qué objeto hemos ideado e impuesto a los masones toda esta política, sin darles a ellos la posibilidad de examinar el contenido? Esto ha servido de fundamento para nuestra organización masónica secreta […] cuya existencia ni siquiera sospechan estas bestias engatusadas por nosotros en las logias masónicas»”.
En este punto, el Padre Kolbe se dirige a los masones diciendo: “¿Habéis oído, señores masones? Los que os han organizado y secretamente os dirigen, los hebreos, os consideran bestias, reclutadas en las logias masónicas para fines que vosotros ni siquiera sospecháis […] Pero ¿sabéis, señores masones, qué es lo que os espera el día en que os venga a la mente comenzar a pensar por vosotros solos? He aquí, escuchad el mismo protocolo: «La muerte es la inevitable conclusión de toda vida […] Ajusticiaremos a los masones de tal manera que ninguno […] podrá sospechar, ni siquiera las mismas víctimas: morirán todos en el momento en que sea necesario, aparentemente a causa se enfermedades comunes […]»”.
Y continúa el Santo: “Señores masones, vosotros que, recientemente, durante el Congreso de Bucarest, os habéis alegrado del hecho de que la Masonería se está fortaleciendo por doquier, reflexionad y decid sinceramente: ¿no es mejor servir al creador en la paz interior […], antes que obedecer las órdenes de quien os odia?”
San Maximiliano se dirige, finalmente, a los Jefes Ocultos de la Masonería con estas palabras: “Y a vosotros, pequeño escuadrón de hebreos, «Sabios de Sión», que habéis provocado ya concientemente tantas desgracias y todavía seguís preparando otras, a vosotros me dirijo con la pregunta: ¿qué ventaja obtenéis? […] Gran cúmulo de oro, de placeres, de diversiones, de poder: nada de todo esto vuelve feliz al hombre. Y si aun esto diera la felicidad, ¿cuánto podría durar? Tal vez una decena de años, quizás veinte […] Y vosotros, jefes hebreos, que os habéis dejado seducir por Satanás, el enemigo de la humanidad, ¿no sería mejor si también vosotros os volviereis sinceramente a Dios?”
En otro artículo de 1926, el Padre Kolbe, citando siempre los “Protocolos de los Sabios de Sión”, escribía: “Ellos dicen de sí mismos: «¿Quién o qué cosa está en grado de asestar una fuerza invisible? Nuestra fuerza es, precisamente, de esta clase. La Masonería externa sólo sirve para esconder sus objetivos, pero el plano de acción de esta fuerza será siempre desconocido para la gente»”.
Pero el Santo subraya con sutil ironía: “Nosotros somos un ejército, cuyo «Comandante» os conoce uno a uno, ha observado y observa cada una de vuestras acciones, escucha cada una de vuestras palabras, más aún… ni siquiera uno de vuestros pensamientos escapa a su atención. Decid vosotros mismos: en tales condiciones, ¿se puede hablar de secreto en los planes, de clandestinidad y de invisibilidad?” Y aquí, el Padre Kolbe revela el nombre del “Comandante” de su ejército: “es la Inmaculada, el refugio de los pecadores, pero también la develadora de la serpiente infernal. ¡Ella aplastará su cabeza!”



1° de Agosto de 2012
Recensiones
DOS LIBROS
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Como es sabido, cada vez se publican menos libros buenos; la lectura edificante no abunda; lo que sobra es la basura intelectual. Esa es la razón (o, mejor dicho, la sinrazón), de la existencia de una “Feria del Libro”, como la que se acaba de cerrar en Buenos Aires, donde, salvo contadas excepciones, lo más llamativo a exponer han sido los resentimientos viscosos de Eduardo Galeano, las “reflexiones” de Aníbal Fernández, o las confesiones procaces de Moria Casán.
Ante una desgracia de ese tamaño cabría simplemente lamentarse, como habitualmente tenemos que hacer a diario por los sucesos de nuestra patria.
Pero también podríamos intentar acá la aplicación de un principio moral que reza que siempre hay que tratar de sacar el bien posible de un mal inevitable: “Ahogar el mal en el bien”.
¿Cómo?
Pues, trasladando al campo editorial un hecho físico industrial. Es notorio que lo que se ofrece, en la citada Feria, en gran proporción, es desecho de la peor especie. Ahora bien: se sabe que ciertas maquinarias pueden compactar los desperdicios en general, hasta conseguir que de una sucia chatarra quede una chapa utilizable. Pues, algo análogo podríamos procurar hacer nosotros, seleccionando dentro de la multitud libresca, alguno que nos preste cierta utilidad, tras resumirlo.
Guiados por ese criterio, recorrimos los “stands” de la Feria, y dimos con tres libros. Traemos ahora al lector de “Cabildo” el extracto compactado de dos de ellos.
Del tercero, que es mucho peor, (“La cuestión Malvinas. Crítica del Nacionalismo argentino”, de Fernando A. Iglesias, Buenos Aires, Aguilar, 2012), nos ocuparemos en otro número.
No se trata, por cierto, de recorrer todos los temas allí considerados. No. Sólo bucearemos en esos mares tenebrosos en busca de las cuestiones referentes a las luchas armadas de la época del llamado “Proceso de Reorganización Nacional”, y sus eventuales prolongaciones a tiempos más cercanos. Veámoslo.
“SUEÑOS POSTERGADOS”
Ese prócer de la era kirchneriana de la Argentina que es Sergio Schoklender, publicó en diciembre del 2011, un libro, o algo por el estilo, denominado “Sueños Postergados. Coimas y
corrupción en la patria de los desvíos” (Bs. As., Planeta, 2011). En esta misma revista, autores más calificados que nosotros, se han ocupado de los conceptos vertidos por el Asesor de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. No los vamos a reiterar. Pero ya que, con cierto atraso, lo acabamos de comprar y leer, queremos consignar algunas perlitas escondidas en dicha ostra editorial, que, tal vez, no hayan sido resaltadas antes.
Sin dar una fecha exacta, situando el caso alrededor del año 2003, el ilustre parricida y no menos célebre estafador, anota:
“El programa que sosteníamos con las Madres era totalmente revolucionario. Se había nutrido también de compañeros de los Hijos de las Madres. Nuestro objetivo era la revolución. La única salida que se veía lógica era la lucha armada. No veíamos otra alternativa para enfrentar el menemismo y el neoliberalismo. En aquella época en el sótano de la universidad (nota: de la Fundación Madres de Plaza de Mayo) guardábamos de todo. Si me llamaban a medianoche, yo pensaba que había volado la universidad. Cuando se produjo el enamoramiento entre Hebe y Néstor (Kirchner) tuvimos que sacar urgente todo lo que había en el sótano y hacerlo desaparecer […]. De todos modos, tuvimos mucha relación con grupos que propugnaban concretamente la lucha armada y no escapamos a su influencia” (op. cit., págs. 85, 87).
Son párrafos que no requieren glosa alguna de nuestra parte. Se comentan solos. A lo mejor un fiscal verifica si los delitos de sedición, asociación ilícita, rebelión y otros atentados contra la autoridad, en concurso real, allí confesados, están prescriptos o no. A todo evento, Schoklender declara que para ese tiempo él era abogado de “Quebracho”, cuyo amor por la legalidad es bien conocido. Lo interesante es que, antes del poder y el dinero proveniente del “enamoramiento entre Hebe y Kirchner”, la egregia Fundación de Derechos Humanos (y, de paso, la organización “Hijos”) se dedicaban a acumular trinitrotolueno en el sótano de su “Universidad”. Otra mercadería bien cubierta por el afamado pañuelo blanco.
Schoklender también da buena cuenta de la excelente relación de las “Madres”, nuestro principal organismo defensor de los Derechos Humanos, y distintas entidades terroristas. Narra los vínculos de las Madres con la ETA, con la guerrilla zapatista, con el Ejército de Liberación Nacional colombiano, etc. De esas ligaduras nos parecen de mayor interés las establecidas con las FARC. De éstas dice el héroe “fundacional”:
“Recibíamos permanentemente la visita de los comandantes de las FARC […]. Los comandantes de las FARC solían decirnos que necesitaban que les enviáramos jóvenes con formación política […]. De los jóvenes que fueron por medio de nosotros, muy pocos volvieron. La inmensa mayoría permaneció allá […]. Hebe sentía una gran fascinación por las FARC porque, en cierta medida, sus integrantes representaban algunos de los ideales, del trabajo y de la historia militante de sus hijos” (op. cit., págs. 120, 121, 122).
Trata, después, de las relaciones de las Madres, en especial Hebe de Bonafini, con la Cuba castrista:
“Hebe también se convirtió en la emisaria de los Mensajes de Marcos (del EZLN) hacia Fidel […]. Ya había ocupado un rol similar cuando actuaba de emisaria de Fidel ante los Kirchner […]. A partir de entonces la relación de Hebe con Fidel se hizo muy fluida”.
Hebe pasó a ser un nexo más de lo que venimos sosteniendo desde hace años: la guerrilla y sus adláteres son simples mandaderos del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista Cubano.
Por fin, en su miscelánea, el Caballero don Sergio narra cómo doña Hebe lo comisionó para robar, en beneficio de las Madres, y cómo acordó con Patricio Echegaray (secretario general del P.C.A.) que se convirtiera en su reemplazante, en caso que a él lo aprehendieran por “chorro” (pág. 155). Y cierra sus recuerdos con un dato que nadie debe olvidar: “Hebe era la gran mentirosa de unas mentiras necesarias. Por ejemplo, la cuestión de los treinta mil desaparecidos. Cuando la CONADEP dijo que había verificado nueve mil desapariciones, los organismos de derechos humanos dijeron que en realidad debía haber quince mil. Hebe salió a decir que eran treinta mil y a repetirlo una y otra vez hasta que, de tanto decirlo, así quedó. Un solo desaparecido es un tragedia, pero nunca fueron treinta mil, eso fue un invento de ella” (op. cit., pág. 185).
Mentira que después, por boca del Presidente Néstor Kirchner, quedó oficializada dogmáticamente. Un detalle más de lo bien que ha funcionado el marxoducto Fidel-Hebe-los Kirchner. ¡Felicitaciones!
“DISPOSICIÓN FINAL”
En varias ocasiones nos hemos referido al testimonio que nos diera el General Juan Antonio Buasso, acerca de la conversación mantenida por él con el entonces Comandante en Jefe del Ejército, General Jorge Rafael Videla. Lo recordamos ahora.
Buasso contaba que en marzo de 1976, estando él y el general Rodolfo Mujica prácticamente en disponibilidad, por su condición de nacionalistas frente al golpe liberal (situación corroborada por Rosendo Fraga, en “Ejército: del escarnio al poder (1973-1976)”, Buenos Aires, Sudamericana/Planeta, 1988), fueron citados, sucesivamente, por su superior. Como ellos ya estaban algo anoticiados de lo que se les iba a proponer, con su argumentación respectiva, acordaron entre sí, a fin de dar respuestas coincidentes.
El asunto que Videla comunicó a ambos generales, comenzando por el más antiguo, que era Rodolfo Mujica, su decisión de que se hicieran cargo de la Policía Federal Argentina. Aceptada la resolución por el subordinado, Videla los interrogó (siempre cada uno a su turno) acerca de si sabían cómo debían proceder en los casos más graves de los terroristas que fueran detenidos. Ambos militares nacionalistas respondieron que sí lo sabían; que para eso se había reformado el Código Penal, concordado con el Código de Justicia Militar. De otro modo, que se les instruiría juicio sumario castrense, y dictada la sentencia por el juez militar, en su caso, sentencia de muerte, se procedería a fusilar al convicto.
En ese estado de la cuestión fue cuando Videla les dijo que eso era un dislate. Que el Dr. Henry Kissinger le había comentado una situación ejemplar con opciones diversas. Por un lado el General Francisco Franco, en España, al querer ejecutar la pena de muerte contra unos etarras condenados por los Tribunales Militares, se había visto enfrentado con la opinión adversa de todo el mundo, incluida la del Papa Paulo VI. En cambio, Idi Amín Dadá, tirano de Uganda, “se pasaba a la cacerola cinco mil tipos cada noche” (según expresión textual), y nadie decía nada. Luego, para Videla era obvio que el segundo camino, el aconsejado por Kissinger a los militares iberoamericanos que debían contener el ataque castrista, era el correcto.
Los generales nacionalistas convocados respondieron (siempre en su turno) que Franco, maguer la oposición internacional, había fusilado a los etarras, documentando el hecho en expedientes. Que acá no habría necesidad de fusilar a demasiados terroristas, por la calidad ejemplarizadora del fusilamiento público (de la que carecían los métodos clandestinos). Máxime, si como ellos lo pedían, el Ejército mostraba a la población que el castigo iba a comenzar por sus propios miembros traidores. Y señalaron el caso del Coronel Perlinger, quien se hallaba detenido en Campo de Mayo por haber intervenido en la fuga de los guerrilleros del aeropuerto de Trelew. El otro sendero, el de las “desapariciones”, concluyeron, era indigno del Ejército; añadiendo Buasso: “Esto lo vamos a pagar muy caro y largamente, mi General”.
De resultas de lo cual, cada uno de los generales nacionalistas fue pasado a retiro. Aún resuenan en mis oídos las nobles palabras de don Ricardo Curuchet en el ágape de desagravio que los amigos le brindaron a don Rodolfo Mujica. Más largo eco ha tenido el debate sobre el alcance de las “desapariciones” que las Fuerzas Armadas practicaron para reprimir a los agresores castristas.
Videla hasta ahora había negado el hecho, había dado explicaciones ambiguas.
Empero, ante la requisitoria periodística de Ceferino Reato, en el libro “Disposición Final. La confesión de Videla sobre los desaparecidos” (Buenos Aires, Sudamericana, 2012), aunque sin mencionar las entrevistas que mentábamos, da una versión bastante coincidente con aquella que dieron en su momento nuestros generales amigos.
Así, ahora leemos estos párrafos en la obra de Reato:
“Videla se hace cargo de «todos esos hechos» y señala que los alentó de manera implícita, tácita.
“Frente a esas situaciones, había dos caminos para sancionar a los responsables (de las desapariciones) o alentar estas situaciones de manera tácita como una orden superior no escrita que creara la certeza en los mandos inferiores de que nadie sufriría ningún reproche. No había, no podía haber una Orden de Operaciones que lo dijera. Hubo una autorización tácita. Yo me hago cargo de todos esos hechos. Y agrega que, en el contexto de aquella época, fue «la mejor solución» que encontraron.“No había otra solución: estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra, y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas. El dilema era cómo hacerlo para que a la sociedad le pasara desapercibido. La solución fue sutil - la desaparición de personas” (op. cit., págs. 56-57).
Más adelante, Videla aclara un poco el punto. Porque de lo transcrito podría inferirse que él se limitó a tolerar la conducta ilícita de sus subordinados, bien que compartiéndola tácitamente.
En realidad, la cosa fue al revés. Los altos mandos liberales (Viola, Harguindeguy, Massera, “Pajarito” Suárez Mason, Agosti, Villarreal, etc.) fueron los que ordenaron ese tipo de represión, que sus subordinados, por obediencia debida, acataron. Precisamente, en ese otro pasaje del citado libro, el asunto queda más en claro:
“Más allá de cuántos fueron los desaparecidos, Videla afirma que no podía fusilar a «las personas que debían morir para ganar la guerra» por varios motivos. Uno de ellos era que en 1975 el dictador de España, el generalísimo Francisco Franco, había respaldado la decisión de un consejo de guerra que dispuso la ejecución de tres miembros de la ETA, pero no pudo hacerlo por las protestas de gobiernos europeos y latinoamericanos y hasta del papa Paulo VI.“Pongamos que eran siete mil u ocho mil las personas que debían morir para ganar la guerra; no podíamos fusilarlas. ¿Cómo íbamos fusilar a toda esa gente?… porque iba a llegar un momento en que la gente diría: «¡Basta, esto no es Cuba!»” (op. cit., págs. 43-44).
“Se llegó a la decisión que esa gente desapareciera; cada desaparición puede ser entendida ciertamente como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte” (op. cit., pág. 51).
En suma, lo que confiesa Videla es un “crimen de guerra”; delito penal internacional. Homicidios calificados por premeditación. Asesinatos deliberados y ocultados. Aunque de pésima manera judicial, Videla y sus subordinados están pagando aquella negra decisión, tomada para su mal y el de la FF.AA. argentinas. Ante tantas “desapariciones”, la gente de haberlo sabido, les podría haber dicho: “¡Basta, esto no es Uganda!” Este país africano era el modelo que Videla, en 1976, esgrimió ante los dos firmes generales nacionalistas.
Bien. Aunque el propósito de un trío de lecturas no se concretó, al menos, de las dos leídas sacamos una breve y neta lección, a saber: que tan malas pueden ser las aberraciones liberales como las esclavitudes marxistas. Y que muchas veces, ambas ilicitudes se conectan entre sí y se retroalimentan. Una vez más: ¡tomemos debida nota de esta moraleja política y paradoja ideológica!
Enrique Díaz Araujo

28 de Julio de 2012
Reflexiones
OVEJAS SIN PASTOR

Et vidit multam turbam et misertus est super eos,
quia erant sicut oves non habentes pastorem (San Marcos, 6, 34)

La liturgia de la palabra de este XVIº Domingo del Tiempo Ordinario nos pone frente a la figura del Pastor, más propiamente de Cristo, Pastor, Universal y Supremo. Sin embargo cada uno de los textos que la componen tiene un matiz diverso a la manera de un acento distinto con el que el Verbo de Dios nos interpela. Así, la profecía de Jeremías (Jeremías, 23, 1-6), que abre las lecturas, nos trae la voz del Profeta que increpa y apostrofa a los malos pastores, aquellos que se apacientan a sí mismos y dispersan al rebaño. Palabras durísimas que hacen estremecer pero que el Señor misericordioso compensa con la promesa de buenos pastores —que harán que las ovejas ya no anden medrosas ni asustadas— y el anuncio de un rey sabio y prudente que regirá la tierra con justicia. A continuación el Salmo 22 trae el canto del alma que, confiada y gozosa, oye los silbos amorosos del Pastor que la llama, la guía y la conduce a las praderas de quietud: el Señor es mi pastor, nada me puede faltar. El texto de San Pablo (Efesios 2, 13-18), si bien no incluye la figura del Pastor, es un llamado a los pueblos gentiles, los que antes andaban lejos, para que se vuelvan a Jesucristo, Rey y Pastor Universal y Supremo, que con su Cruz ha hecho de gentiles y judíos un solo pueblo derribando con su Cuerpo el muro de la enemistad. La Epístola de Pablo presenta y anuncia, así, la salvación universal de Cristo y constituye una suerte de vértice de plenitud y gloria de estas lecturas.
Pero cuando el alma ha sido llevada por el ritmo y los acentos de los textos sagrados a este vértice de gloria y de plenitud, el Evangelio (San Marcos, 6, 30, 34), nos vuelve, de pronto, hacia otro costado de la realidad. Narra Marcos que los discípulos, enviados por el Señor a predicar a las ovejas de Israel, regresan a darle cuenta de cuanto han hecho y enseñado. El relato nos pone, pues, en primer término, frente a este retorno de los apóstoles, el retorno a Cristo, el Señor, la referencia última y única de todas sus andanzas. Santo Tomás, en el comentario de este pasaje, trae un bello y expresivo texto de San Jerónimo en el que se compara el regreso de los discípulos al retorno de los ríos a su origen: Los ríos van a desaguar al lugar de donde salieron (Catena Aurea, Marcos, VI, lectio 5). Como ríos, pues, que tornan a su origen, así vuelven los discípulos al Señor. Pero, añade Marcos, los apóstoles vuelven cansados, agobiados (tentados estamos de imaginarlos cubiertos del polvo de los caminos, ya sin aliento, quizás a punto de desplomarse), pues eran tantos los que los seguían y se agolpaban que ni tiempo tenían para comer. En este segundo momento del relato, el texto nos pone frente al cansancio de los apóstoles y la exquisita caridad del Señor que los invita a descansar. El Señor, en efecto, los invita a reposar un poco, a un sitio solitario, junto a Él: Venite… in desertum locum et requiescite pusillum. Cristo es nuestro descanso y a Él volvemos como refugio de nuestras fatigas cuando el cansancio agobia. A lo largo de los siglos, millones de seres humanos, discípulos de Jesús, misioneros y pastores, han buscado este refugio a los pies del Sagrario, han vuelto a la soledad de la celda, al consuelo, siquiera breve, de la contemplación y de la oración, a los brazos amantes del Pastor que repara sus fuerzas. Y muchos más seguirán haciendo esto mismo hasta el fin de los tiempos. Este reposo breve no es aún, al decir de San Jerónimo, el festín en que se beberá vino nuevo y se cantará un nuevo himno por hombres nuevos (cf. Catena Aurea, loc. cit.). Pero hasta que llegue este festín definitivo el Señor seguirá diciendo a sus pastores: Venite… et requiescite pusillum. Y el que no acepte esta invitación del Señor verá frustrado su pastoreo.
Llegados a esta altura del relato, el Evangelio vuelve, enseguida, a cambiar el ángulo de la realidad, ésta sí definitivamente conmovedora y sobre la que queremos meditar, ahora, siquiera por unos momentos. El Señor, Aquel a quien hace instantes contemplábamos en la plenitud de su gloria de la mano de Pablo, ahora es el Pastor solícito que nos interpela con su mirada, mirada dirigida a las muchedumbres que lo siguen. Cristo ve a la multitud, una multitud abigarrada, apiñada, que lo busca sin reparar en nada, ni en la comida, ni en la hora del día, ni en el calor, ni en el frío. Cristo ve a todos y a cada uno de esos hombres que integran la multitud. El Señor los ve: Et vidit multam turbam… ¿Cómo no conmoverse ante esta mirada del Señor, ante el fulgor de esos ojos abiertos de Cristo, rasgados por la misericordia? Porque Cristo ve y, al tiempo, se compadece de la multitud: Misertus est super eos. Aquí el vidit y el misertus anudan y abarcan la infinita totalidad de esa mirada de Cristo sobre el hombre. ¿Y qué es lo que provoca este ver misericordioso del Señor? Marcos lo dice con una sobriedad sobrecogedora de palabras: porque eran como ovejas que no tienen pastor.
La vista del rebaño huérfano, disgregado, sin rumbo y sin guía —y volvemos al texto primero de Jeremías— conmueve las entrañas de Cristo. La pregunta es ésta: ¿nos conmueve hoy, a nosotros, esa mirada misericordiosa de Cristo, conmueve nuestras entrañas la conmoción del corazón del Pastor? ¿Somos suficientemente concientes de que el espectáculo hodierno del mundo y de la Iglesia provoca, de nuevo, la mirada de Cristo?
¡También hoy Cristo vidit et misertus est! ¡Tantas multitudes que andan sin pastores! ¡Tantos pastores, ay, en nuestra Iglesia, que se apacientan a sí mismos y disgregan el rebaño! ¡Tanto rebaño descarriado mientras los pastores duermen! ¡Tantos pastores que olvidan que su misión es enseñar, regir y santificar la grey y no proponerse a sí mismos! ¡Tantos que olvidan que deben ofrecer el Sacrificio del Cordero en cada misa y el Pan de la Vida y no el pobre pan de un banquete demasiado humano! ¡Cuántas ovejas, a su vez, ganadas por la soberbia de una “fe adulta” que no quieren oír ni al Pastor ni a su Vicario, ni a sus ministros!
No hemos podido escapar a la conmoción de este Evangelio, a la sensación, casi física, de que la desgarrada mirada del Señor se derrama sobre cada uno de nosotros. Nos hemos sentido envueltos en esa mirada dulce y misericordiosa del Pastor Supremo y le hemos suplicado que nunca la aparte de nosotros.
A la luz y al calor de esa mirada, brota de nuestro corazón cansado la plegaria que la Iglesia repite en la festividad de los Sumos Pontífices: Gregem tuum, Pastor aeterne, placatus intende.
Mario Caponnetto


14 de julio de 2012
Eclesiales
BREVE REFLEXIÓN DE UN LAICO

El cristiano de hoy no escapa al azote de la moda. Por el triunfo de lo efímero y de lo fugaz, el profesar la fe se vuelve pasatiempo. ¿Cuántas veces hemos visto a nuestra grey muy preocupada por la “pastoral de la repostería”?
Es intenso el dolor que causa ver a nuestra Iglesia desacralizada y ajenos sus pastores a la comprensión cabal del descalabro político en que nos hallamos. Otrora era cotidiano escuchar en nuestros templos precisas homilías en las cuales el Evangelio no perdía actualidad. En ellas se enseñaba no sólo la relevancia de la teología, sino también cómo ésta iluminaba las cuestiones políticas.
En la actualidad, el mensaje predicado pierde profundidad. Se diluye en vacuas palabras que adormecen al fiel hasta su aturdimiento. Si, al decir de C. S. Lewis, la conciencia es el megáfono de Dios, el presbítero es quien tiene a su cargo el deber de despabilar dicha conciencia.
Sin ánimo de caer en lo estrictamente jurídico cabe preguntarse: ¿no es tarea de nuestros pastores enseñar?. Sí, empero, el laico no puede quedar perplejo ante la pregunta. Es también su responsabilidad el adquirir y mejorar su formación, como bien lo señala el artículo 217 de nuestro Código Canónico.
Resulta pavoroso observar algunas conductas que son claramente incomprensibles. A guisa de ejemplo podemos considerar los largos silencios guardados por el grueso de nuestra Jerarquía frente a la persecución explícita a la fe católica. Silencios que son anuencias y temores serviles. Ello sin adentrarnos en otros casos aún peores, como ha sido la introducción en nuestros templos de discursos escandalosamente judaizantes.
¿Cómo no tener al rebaño confuso cuando gran parte de sus autoridades adoptan estos comportamientos claramente erráticos? A toda luz, la ignorancia de nuestro clero es uno de los grandes dramas de la Iglesia Católica. La escasa y magra preparación de los sacerdotes se evidencia ante la crisis vocacional. No son ya los presbíteros de la “Studiorum Ducem” sino de la “posteridad de Joaquín de Fiore”. Se pretende silenciar lo dicho por su santidad Pio XI: “Id a Tomás, a pedirle el alimento de sana doctrina”.
“El católico tiene la obligación de «hacer portarse bien» a la Iglesia Católica, cueste lo que cueste”, decía con razón el Padre Castellani. Pues el fiel laico no permanece ajeno a la realidad de la Iglesia. Debe integrarla, no sólo desde lo sacramental sino también desde lo apostólico, señalando con firmeza y humildad el camino indicado por Jesucristo. Si bien debe guardar obediencia y respeto a la autoridad eclesial, ésta no puede ser un mero “perinde ac cadáver”. El buen cristiano está llamado a luchar frente al pecado, aún más cuando este se encarna en quienes mayores obligaciones tienen de ser un ejemplo de virtud.
Es, también, nuestra tarea el bregar por una formación adecuada. Despojarnos de lo burocrático, de las nimiedades que obstaculizan la verdadera Fe. “La Iglesia ha perdido su hermosura interior, que era el entendimiento, la justicia y la caridad, y por eso ha sido despojada ignominiosamente de sus vestiduras de oro y seda”. No sin congoja hemos de asumir estos nuevos dichos del Padre Castellani, en su libro “El ruiseñor fusilado”.
La Iglesia ha permitido que el pecado se instale cómodamente en los sacros aposentos. Los silencios abundan. No precisamente por estar en permanente oración. Es prioritario que los feligreses sacudan su molicie y renueven su compromiso por defender a la patria católica. Es prioritario que los pastores renuncien a la comodidad y a la falsa benevolencia del desentendido. Es hora de pegar la vuelta a tiempos de virtud y de martirio por la Fe. Renovemos nuestra esperanza en la Iglesia Militante.
Octavio Guzzi


10 de julio de 2012
Mirando pasar los hechos
CERO AL AS

BROMISTA
Con motivo del nuevo plan de viviendas levantadas por Caritas, su titular —el obispo de San Isidro— visitó a la Presidenta de la República en la Casa Rosada. “La Nación S.A.” (del 4 de julio de 2012) presidió la noticia con polémica humorada: “Gesto de acercamiento de la Presidenta con la Iglesia”. Para subrayar que en la ocasión la primera mandataria “se permitió una broma”, diciéndole al Obispo: “menos mal que no vino ayer monseñor, si no me excomulgaba”. Precisamente con referencia a la escandalosa entrega de documentos a parejas que cambiaron el sexo bajo el amparo de la ley de identidad de género. Y rematando el sarcasmo refregó: “Ayer tuvimos acá un hermoso acto también… Bueno, no importa, pero un hermosísimo acto por la igualdad de cosas de un mundo diverso, de un mundo complejo pero de un mundo en el que, estoy absolutamente segura, Dios los quiere a todos”.
VIRTUD Y CERO
El influyente rotativo, nada dice acerca de la actitud que asumiera el prelado frente a semejante jactancia de una excomunión merecida, pero no recibida. Para más, con la audaz insinuación sobre lo querido por Dios, bordeando la blasfemia. Pero se nota que las zafadurías no alteraron el clima cordial… Y más bien puede suponerse que, en la ocasión, al titular de Caritas lo embargaría otro grave problema. Tal el escándalo que envuelve al obispo de la diócesis Merlo-Moreno; sobre lo cual ya ha descargado en una carta la preocupación dominante. Rescatando, en la línea del Cardenal Primado y el predecesor Obispo de San Isidro, que aquel pastor —sorprendido “in fraganti” diapositivas— tuvo la virtud de desempeñar su cargo en Caritas “con dedicación pastoral y compromiso personal”… (cfr. Zenit, 3 de julio de 2012). Así las cosas, al margen de la meritoria pobreza de votos tradicionales, los carteles de Caritas ahora proclaman “Pobreza Cero”.
LAS BARBAS EN REMOJO
En remotos tiempos del lejano país despóticamente gobernado, se prohibió al común el uso de barba, por aparentar alguna postura señorial o incluso rebelde. Decretaron entonces afeitarlas compulsivamente aun en plena calle y en seco, con obvio padecimiento. De ahí naciera aquel refrán popular: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar… pon las tuyas a remojar”. Se acaba de ver que el dicho es aplicable aun en casos imposibles a causa de la naturaleza discriminante sin lugar a opciones. Así ocurrió entre nosotros, porque la Presidenta se ha autoimpuesto obedecer al refrán, aun venciendo sus convicciones democráticas. Al oponerse junto a otros amenazados colegas americanos, a la destitución del primer mandatario del vecino país, resuelta conforme a la letra y el espíritu de la ley democrática.
Pero a más, en esta ocasión la mandataria ha procedido con racionalidad y precaución. Porque según se sabe, a Lugo lo han expulsado por las siguientes infracciones: 1) ejercer facultades extraordinarias; 2) autorizar un acto político tendencioso en un comando de las Fuerzas Armadas; 3) facilitar la invasión de tierras en Ñacunday con la falta de respuesta de las fuerzas policiales; 4) por firmar el Protocolo de Ushuaia que identifica al Estado con la figura presidencial en nombre de la “defensa de la democracia”; 5) por las andanzas de grupos extremistas, como el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) … Frente al castigo gravísimo, impuesto por este mini calco de lo sucedido en nuestro país, se pueden imaginar las consecuencias que habría de afrontar la Presidenta de la República si aquí funcionara un Congreso semejante al paraguayo. Más aún si se le añade la corrupción inenarrable, la impunidad de feroces delincuentes, los alardes de joyas y millones de dólares en el monedero, junto al apriete de los asalariados y jubilados. El uso o préstamo de aviones, como propiedad privada; más por sobre todo la legislación irreligiosa y contra natura. Cúmulo de cargos que justifica la advertencia refranera.
INCOMPLETO
Cabe apuntar que a la ejemplar sanción paraguaya le ha faltado una fundamental razón, que inhabilitaba a Lugo desde el principio. Su conducta escandalosa públicamente infiel a lo Divino y por ende harto inadecuada para el manejo fiel de la Cosa Pública.
Casimiro Conasco
Junio de 2012


1° de Julio de2012
A propósito del “caso Bargalló”
EL SEGUNDO MANDAMIENTO
“Dios no se deja burlar”
Gálatas, VI, 7

Tan luego en el Día del Pontífice traían los medios una noticia que parece ser la coronación del escándalo causado por Bargalló, el obispo traidor.
La noticia aludida da cuenta de una misa concelebrada por Bergoglio y Casaretto en la Catedral Nuestra Señora del Rosario, de la diócesis Merlo-Moreno, a cuyo cargo supo estar el pastor infiel. Los concelebrantes osaron hacer el elogio de sus quince años de gestión, el público rubricó lo dicho con vítores y aplausos dirigidos al desertor ausente; y el Arzobispo de Buenos Aires —en uno de sus habituales desmadres— se atrevió a sugerir y a encomiar el presunto carácter martirial del renegado, diciendo de él que “trabajó para los pobres y esto le valió la persecución” (cfr. “La Nación”, 29 de junio de 2012, pág. 19, y AICA, 29 de junio de 2012).
Así, lo que debió ser una ceremonia de desconsagración del clérigo felón, se convirtió en su homenaje, exhibiéndolo como víctima de quienes no habrían compartido su compromiso social. Lo que debió ser el necesario, reparador y legítimo vilipendio al mercenario, se trocó por una caracterización del mismo cual un cordero al que las fuerzas del mal acosaron, pero que no obstante dejó “a la Iglesia unida, humanitaria y misionera” (cfr. “La Nación”, ibidem).
El descarriado llevaba por lo menos dos años de doble vida, cometiendo perjurio contra el Orden Sagrado e incurriendo en una repugnante fayutería propia de los fariseos. Pero para la ignominiosa dupla bergoglio-casarética es un detalle obviable que no merece reprobación explícita.
Esto se llama tomar en vano el nombre de Dios. Es un pecado mortal contra el Segundo Mandamiento, y Santo Tomás de Aquino —analizándolo y explicándonoslo— recuerda la vigente condena de Zacarías (XIII, 13): “No vivirás porque has mentido en el nombre del Señor”.
Pero la triste historia de Bargalló tiene capítulos previos igualmente lacerantes. No hablamos de los remotos, como su nombramiento a instancias de Mejía —cuya culposa inserción en la Iglesia Clandestina documentó oportunamente Carlos Alberto Sacheri— ni de su corrupción sacerdotal en manos de quienes no respondían a la Iglesia de Roma sino al Club de San Isidro; ni siquiera de antecedentes aún más lejanos y profundos, como el agudo proceso de desacralización desatado hace larguísimas décadas. Tampoco mentaremos ahora los desaguisados innúmeros de carácter doctrinal y litúrgico, perpetrados bajo su mandato episcopal.
Hablamos escuetamente de lo sucedido las semanas anteriores. Bargalló mintió al decir que desconocía lo que las fotos probaban. Mintió después al reconocer que las fotos eran veraces, pero que no implicaban dolo pues la mancebía se consumaba con una amiga de los años infantiles. Mintió al decir que estaba “totalmente comprometido con Dios y con la Iglesia en la misión que me ha encomendado”, y que “siento profundamente mi sacerdocio y la entrega al Señor Jesús” (AICA, Declaración del 19 de junio de 2012). Mintió con descaro, pública y ostensiblemente.
Esto también se llama tomar en vano el nombre de Dios, porque “en ocasiones” —enseña el Aquinate— “vano quiere decir falso, como en este texto del Salterio (XI,3): ‘Todos dijeron cosas vanas a su prójimo [...]. Quien así procede injuria a Dios, a sí mismo y a todos los hombres” (Los Mandamientos comentados, II, 78-79).
Otro capítulo previo habrá que recordar, y eso hacemos. Aceptada que le fuera la renuncia se nombró Administrador Apostólico de la diócesis al precitado Casaretto; esto es, a quien lo prohijó y cohonestó, amparándolo bajo su alero eclesiástico repleto de lobos. Como quien reemplaza a Fidel Castro por Lenin y a Judas por Caifás: así es la magnitud de esta burla.
Para coronarla —ya sin ningún atisbo de temor de Dios y en el terreno mismo de la blasfemia— la invitación oficial a la misa por los quince años de la diócesis Merlo-Moreno, instaba a rezar y a agradecer a “nuestro hermano y padre Fernando María que, durante todo este tiempo, ha demostrado la calidad de su vida y corazón, para que Dios lo bendiga y fortalezca en esta nueva etapa que le toca vivir” (AICA, 27 de junio de 2012). ¿Pero es que estamos hablando de una despedida de soltero? ¿Pero es que el adulterio, el perjurio, la doblez y el iscariotismo convierten a un pastor en modelo de corazón y de vida? ¿Acaso Dios puede bendecir sin más —esto es sin castigos y enmiendas públicos— a quien se hizo merecedor de las maldiciones lanzadas contra los fariseos? ¿Acaso “la nueva etapa que le toca vivir” es tan auspiciosa como un ascenso jerárquico conquistado a fuer de santidad y coherencia?
También esto,claro, es tomar en vano el nombre de Dios, “porque algunas veces vano es sinónimo de insensato [...]. Por tanto, los que emplean el nombre de Dios insensatamente, como por ejemplo los blasfemos, toman el nombre de Dios en vano. A estos se refiere la Escritura cuando dice: ‘Quien blasfemare el nombre del Señor deberá morir ’(Lev. XXIV, 16)” (Santo Tomás de Aquino, Los Mandamientos comentados, II, 83).
Algunos amigos dicen que, en este caso, Roma estaba mirando para otro lado. Puede ser. Pero es obligación de Roma mirar siempre a la Cruz, y si distrae o desconcentra la vista, las consecuencias no serán benéficas. Otros atemperan la responsabilidad vaticana aduciendo que la Santa Sede no puede estar minuciosamente al tanto de cada prete al que nombran obispo. También puede ser, lo concedemos. Pero además de que lo propio del buen pastor es conocer a cada oveja por su nombre (San Juan, 10, 11), ya hace demasiado tiempo que vienen resonando fuera de las fronteras domésticas las graves heterodoxias de Bergoglio. Lo menos que se podría hacer —no digamos lo necesario que es la categórica destitución y el castigo condigno— es estar doblemente vigilantes y atentos a lo que sucede en estos pagos, alrededor de tan culposo mercenario, en el sentido joánico del término.
Hace muy poco tuvimos ocasión de adentrarnos en un valioso libro titulado Su Santidad Benedicto XVI y el sacerdocio; notable recopilación de textos editada por Aciprensa. Va de suyo que el modelo de sacerdote propuesto y exaltado por el Santo Padre está en las antípodas de este curerío adúltero, mentiroso y carnal del que Bargalló es apenas una patética muestra. Pero razón de más entonces para extremar el cuidado. No;decididamente Roma no puede mirar para otro lado.
Entiéndanlo los fieles, porque el mundo jamás entendió nada. Los cuestionadores del celibato que marchen a buscar ganancias a otro río revuelto. Porque el revoltijo turbio de estas aguas no lo causa más la castidad que la herejía, ni menos el progresismo que la continencia.
Lo de Bargalló no es primero ni principalmente una imprudencia. Tampoco es primero un pecado contra el sexto, el séptimo o el noveno mandamiento. Si robó los fondos de Caritas que vaya a la cárcel, que devuelva con creces el dinero a los pobres y se ocupen del caso “las sórdidas noticias policiales” de las que hablaba Borges. Si fornicó con la mujer del prójimo, que lo confiesen, le den una ducha fría y lo manden a prestar servicio a un leprosario. La Iglesia tiene larga y penosa experiencia en pecados de alcoba, y si quisiera, no le faltaría ciencia para remediar con justicia este nuevo episodio.
Pero aquí estamos ante algo más tenebrosamente hondo, más crepuscular y sombrío, más pasible de suscitarnos el proverbial temor y temblor. Algo cuya plena intelección no se alcanza leyendo los periódicos sino el Apocalipsis. Aquí se ha burlado a Dios. Se ha ultrajado el Segundo Mandamiento, se ha violado el sacramento del Orden Sagrado, se ha dado escándalo, tal vez irreparable por muchísimo tiempo. Se ha empantanado el alma adulterina del culpable y la de quienes con complicidad lo homenajearon en el irrespirable lodazal del sacrilegio.
Todo esto, en su conjunto; huele más a pecado contra el espíritu que a pecado carnal. Y al fin de cuentas, el que puede lo más puede lo menos. Si obispos de esta laya pueden revolcarse gustosos en las oscuras defecciones morales, doctrinales y litúrgicas propias de la Iglesia de Pérgamo y de Laodicea, ¿por qué no habrían de vivir en concubinato con una gastronómica? Si se los ve protagonistas de tantos rebajamientos y adulteraciones del Sacrificio Eucarístico, ¿por qué habría de limitarlos un chapuzón lascivo en aguas caribeñas? Si son maestros del error cuando celebran, predican y enseñan, sin que la inteligencia les reproche nada, ¿por qué habrían de detenerse, reverentes y dignos, ante los umbrales de la pureza?
Mientras con dolor de bautizado escribimos estas líneas —rumiando la sexta petición del Paternoster: no nos dejes caer en la tentación— se cumplen cuarenta años exactos de aquella grave y solemne alocución de Paulo VI, declarando que el demonio había penetrado en la Iglesia. Fue el 29 de junio de 1972. Así lo recordó oportunamente el interesante sitio Secretum meum mihi , agregando que desde entonces —y eso es lo peor— nadie dijo con igual solemnidad que había sido expulsado.
No estamos en condiciones de hacer un juicio global al respecto, ni es tampoco nuestra competencia. Pero en lo que concierne a la patria argentina, hace apenas dos años que escribimos La Iglesia traicionada, dejando documentada constancia de que los demonios andan sueltos y disfrutando de formales poderes y autoridades. El desquicio que producen es literalmente infernal. Casos como el que ahora nos ocupa —y que, reiteramos, no llevan únicamente el nombre de Bargalló— no hacen sino confirmarlo.
Que cuanto más ronde el diablo como león rugiente, más nos encuentre dispuestos a resistirlo firmes en la Fe. Es el pedido viril de San Pedro, en su primera carta. No se nos pide callar, ni disimular, ni mucho menos abrazarnos festivamente con los servidores del Maligno. Se nos pide resistir, que es el acto mayor y más sólido de la virtud de la fortaleza.
Antonio Caponnetto


27 de Junio de 2012
A los palafreneros de la yegua popular

LAMENTACIÓN DE LA ESPADA

Fue así la guerra y mi temible lumbre se convirtió por doquier en signo de la Majestad.
Aparecí como el sublime instrumento de la providencial efusión de sangre y en mi inconsciencia maravillosa de elegida del Destino, comulgué con todos los sentimientos humanos capaces de acelerarla.
Tengo sin duda el derecho de sentirme orgullosa, pues fui apasionadamente adorada.
Puesto que era la mensajera o la acólita del Señor Altísimo hasta en la presente iniquidad de mis vías, pronto se apercibieron que cumplía con una tarea divina y llegó el día en que el heroísmo occidental me dio precisamente la forma sagrada del instrumento de suplicio que me había sido preferido para la Redención…
Pero es tan repugnante lo que sucede en este siglo de roña, desautorizado por la misma canalla del infierno, que ya no sé dónde deberá empaparme el Exterminador un día para purificarme de los usos inauditos que de mí se han hecho. Me he convertido en el último recurso y en la amante fatídica de rufianes en litigio y de periodistas vendidos cuya purulencia espantaría a Sodoma.
Proyectos de hombres, microscópicos Judas, logrados quien sabe por qué fétidos ayuntamientos de viejos venenosos, no contentos con revolcarse recíprocamente sobre la cabeza sus almas de estiércol, aún se atreven a dirimir por mi intermedio sus querellas de lupanar.
Osan tocar con sus manos podridas, capaces de oxidar los rayos del día, la Espada de los Ángeles y de los Caballeros…
Y soy yo, la antiquísima Espada de los mártires y de los Guerreros, la empleada en esta tarea de albañal.
Pero que tengan cuidado, los palafreneros nocturnos de la yegua popular. Devoro lo que toco y apelaré de mí misma para castigar a mis profanadores.
Mis lamentos son misteriosos y terribles. El primero perforó los cielos y ahogó la tierra. El segundo hizo correr dos mil años de Orinocos de sangre humana, pero en el tercero, el de ahora, estoy a punto de recuperar mi forma primera. Voy a volver a ser la espada de llamas y los hombres al fin sabrán, para reventar de espanto, qué cosa es este remolino del que se habla en la Escritura.
León Bloy


26 de Junio de 2012
Mirando pasar los hechos
DOBLE PERPLEJIDAD

Comenta el diario “La Nación” (del 13 de junio de 2012) que el cardenal Arzobispo de Buenos Aires ha desautorizado la exposición de objetos y reliquias de Juan Pablo II, que se inaugurará el próximo 29. El pronunciamiento califica como un escándalo que se haya fijado un arancel de entrada; relacionándose de tal modo la veneración de las reliquias con un acto comercial. Según se sabe la muestra está organizada por dos importantes museos: el del Vaticano y el Arquidiocesano de Cracovia.
Sin duda los ingredientes mezclados en la noticia provocarán sorpresa. Desde la inusual severidad desplegada en la ocasión, hasta el precio que lo provoca (de 25 a 50 pesos, según los casos), pasando por el significativo carácter de las entidades museológicas patrocinantes.
Frente a ello, en las salas del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) se desarrolla hasta el 2 de julio una exposición sacrílega, sin que se conozcan condignas reacciones. Pese a la reincidencia en los rebuscados insultos —a lo más sacrosanto— de un canalla enloquecido o poseso, con el patrocinio de la conocida institución que le da albergue.
REFLEXIÓN ADICIONAL
Aparte de este último escándalo, viene a la memoria aquel otro —horrible y no lejano— que protagonizara un prelado del interior. Lo cual, pese a su enormidad vergonzosa, suscitó una reacción desconcertante: por lo amortiguada y limitada. Mucho peor, un párroco celoso de su ministerio hizo una referencia elíptica al caso, recordando tradicionales medidas canónicas… Lo que costó su inmediata remoción del cargo por orden de la Superioridad.
Casimiro Conasco
Junio de 2012


15 de Junio de 2012
Doctrinales
RECHAZANDO ENEMIGOS


“Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien” (Baltasar Gracián)
OBISPO EDUARDO TAUSSIG
El pasado 12 de mayo, en vísperas de la Festividad de Nuestra Señora de Fátima, se llevó a cabo en la localidad mendocina de General Alvear, próxima a San Rafael, el cuarto Congreso organizado por la Agrupación Formación Ciudadana, que nuclea a un conjunto vigoroso de jóvenes laicos, cristianos y patriotas.
El tema de este año era “El Fin de los tiempos”. Como en las anteriores jornadas, los organizadores tuvieron la generosidad de invitarme a disertar, teniendo a mi cargo dos conferencias. La primera sobre Algunas falsificaciones del Fin de los Tiempos, y la segunda sobre El Fin de los Tiempos y la Esperanza Cristiana.
Varias razones me llevan a brindar algunas noticias acerca de este viaje. La primera de ellas fue el éxito espiritual de este encuentro. Más de un centenar nutrido de asistentes —en su gran mayoría de jovencísimas edades y de sacrificados recursos— escucharon con atención las disertaciones; a las que siguieron preguntas, consultas, tertulias, fotos, firma de libros y todo tipo de expresiones de discipulado y de amistad. Procedían algunos de San Rafael, otros de la misma Alvear, algunos de Mendoza, y hasta hubo quienes se vinieron de la lejana Patagonia. El interés por “Cabildo” fue manifiesto y explícito, agotándose las decenas de ejemplares que se habían llevado para la venta. No tengo palabras para agradecerles tanta fidelidad a la Verdad, tantos deseos de servirla como católicos militantes y nacionalistas cabales; y tanto afecto a lo que uno representa, más alllá de las propias limitaciones.
La segunda razón por la que deseo dejar constancia de los frutos de este viaje, es porque tamaños logros espirituales se consiguieron a pesar de la enfermiza oposición del obispo local a mi presencia, quien con celo digno de mejor causa no dejó de hacer cuanto estuvo a su alcance para sabotearla. Se trató —redondamente— de una persecución personalizada y cerril, cuyos detalles (que darían para una antología del disparate clericalista), retratan una conducta afiebrada, un intelecto sin hondura, un rechazo a la disputatio académica, una carencia grave de acuidad interpretativa, y un odio visceral por el Nacionalismo Católico, que es odiar doblemente a Dios y a la Patria.
Agradezco formalmente a Taussig que, como en anteriores ocasiones, me haya distinguido con esta persecución pública, obsesa y pertinaz. Porque —como ya lo he explicado largamente en mi libro “La Iglesia traicionada”— la tal animadversión a quienes procuramos conservar la Fe Católica, procede de pastores cobardes y heterodoxos, cuya descripción, repudio y condena aparece en los mismos textos del Apocalipsis, cuando se exhiben las trágicas miserias de Laodicea o de Pérgamo.
Pastores infieles, a quienes no perturban los contubernios con judíos y masones, politicastros y sodomitas, pero enloquecen de ira ante la llegada a sus diócesis de un simple bautizado leal. Demócratas y pluralistas con los injuriadores de Cristo, tórnanse autoritarios y despóticos con quienes predican Su Realeza.
Aviso asimismo, por este medio, que mientras haya amigos dispuestos a recibirme, y el Señor me conserve el resto de salud del que dispongo, seguiré viajando a estos rincones entrañables de la Argentina, llevando lo único que tengo y que al parecer incomoda y amedrenta tanto a los mercenarios: mi palabra.
Antonio Caponnetto


13 de Junio de 2012
Necrológicas
SOBRE LA MUERTE DE
LUIS DUHALDE
Miguel De Lorenzo

Luis Duhalde fue uno de los principales ejecutores de los juicios contra militares y civiles que actuaron en la guerra antiterrorista de las décadas del sesenta y setenta.
Nombrado por Kirchner en la Secretaría de Derechos Humanos, su tarea central consistió en burlar y violar, hasta el asco, esos mismos derechos que debía tutelar.
De todos modos habrá quienes lo extrañen durante las parodias judiciales, esa aberrante rareza a la que suelen llamar “juicios”. “Juicios” a los que no faltaba, sentado en primera fila. Su presencia destacada por los medios, sobresalía en las fotos por la rigurosa barba blanca, como de tribuno en el exilio, y por la “humanitaria” compañía de las madres y las abuelas.
Duhalde, imperturbable, escuchaba la lectura de las sentencias condenatorias a los militares, sentencias que él mismo ya había redactado, mucho antes del comienzo de la primera función. La Carlotto en un comentario radial se limitó a decir que “no había nada que reprocharle”.
Una frase que, en tanto evocación de un compañero de ruta muerto hace un rato, suena algo escueta, pero si ella así expresa sus sentimientos, habremos de creerle, porque es mujer de una sola palabra: la oficial.
Tampoco la verborrágica Cris mostró mayor desvelo al recordarlo, pues se limitó a repetir el gastado “fue un luchador”. El asunto es que, como la palabra luchador en sí no define la bondad o la malicia del acto de nadie, podría tratarse ya sea de uno que luchaba para que la cocaína se vendiera libremente, o de un luchador de “los Titanes”, o —por el contrario— de uno que luchaba por la verdad y el bien. Ninguna de esas posibilidades lo comprende.
Lo que sí es indudable es que persiguió y encerró, sin una sombra de vacilación, a muchos centenares de hombres dignos e inocentes, en la desolación de la cárcel, y de una cárcel deliberadamente sórdida, simplemente para satisfacer el odio más recalcitrante. Es difícil imaginar cómo en la intimidad se sobrevive encerrado en esos oscuros afanes de venganza sin fin.
Lo real es que más de cien viejos —y no tan viejos— hombres de armas, que estaban enfermos o que enfermaron en la cárcel, murieron en el ambiguo lecho de la prisión, en clara situación de abandono. En todos los casos, las organizaciones de derechos humanos, bajo su tutela, celebraron qu se les hubiera negado lo más elemental de la asistencia médica. Tal vez, enaltezca aún más su memoria recordar que, ni siquiera en el GULAG, Solzhenitzin dejó de recibir cuidados médicos cuando estuvo enfermo…
No podríamos olvidar a los familiares de los perseguidos y encarcelados, que han visto cómo en sus hogares avanzaban la oscuridad, el dolor y la desesperanza, haciendo de sus vidas sombras dolientes. Sus peregrinajes a las cárceles son como los retratos de la humillación y de la indignidad que deben soportar en cada visita, de acuerdo a las órdenes dadas por Duhalde. Sólo pueden entenderse esas imágenes espeluznantes, recordando que el que las organizó de esa manera, dirigía allá por los setenta, la revista “Militancia” donde en una sección “cárceles del pueblo” se describían parecidas y peores bestialidades de los muchachos del E.R.P., sin una mínima señal de misericordia.
Todo indicaría que, casi al final de la vida, su cabeza seguía siendo la de un terrorista. A pesar de que hizo todo el daño que pudo, sus socios en el espanto, los antiguos asesinos del E.R.P. y los siniestros ladrones del progresismo K, como las hienas, apenas se detuvieron sobre su cadáver. Dios, en su infinita misericordia, se apiade de su alma.
Miguel De Lorenzo

11 de Junio de 2012
Editorial del Nº 96
EL NACIONALISMO

Sea porque la confusión campea por doquier; sea porque el primado de la mentira ha batido todos los límites concebibles, o sencillamente porque la hipnosis causada por los medios es cada vez mayúscula, lo cierto es que no pocos sectores insisten en fustigar al gobierno acusándolo de nacionalista. Mientras el gobierno —sabedor de que el mote tiene una carga ideológica ajena a su ideario— se limita a posar de patriota, con penosas fintas de compadrito que no logran ocultar su naturaleza unánimemente cipaya.
Así sucedió con ocasión de los treinta años de Malvinas: todo cuanto oficialmente se dijo fue funcional a los intereses británicos. Y así sucedió asimismo con la reciente kirchnerización de Y.P.F., parodia nacionalizadora sólo comparable a la compra de los ferrocarriles que hiciera Perón en su primer mandato. Cuanto ejemplo pudiera ponerse de patriotismo cristínico arrojaría el mismo saldo.
La patria a la que sirven estos delincuentes no es La Argentina sino exactamente su contracara. Un país donde los jueces regentean burdeles, los funcionarios decuplican sus patrimonios, los degenerados se ayuntan legalmente, cada cual elige su genitalidad a la carta, y tanto el pasado cuanto el presente están concebidos para homenajear a los terroristas y condenar a quienes lo enfrentaron. “Un país sin mañana, sin jefe y sin poeta”, profetizaba Castellani, quedándose muy corto esta vez.
Si propios y extraños, liberales y marxistas, quisieran hallar un símbolo próximo de la distancia insalvable que media entre este modelo incalificable y el genuino Nacionalismo, podrían acudir a las palabras pronunciadas en el Senado por Roxana Latorre, cuando el pasado 9 de mayo se dio sanción definitiva al proyecto filoeutanásico oficial. La referida senadora —explícitamente aliada del gobierno— repitió las palabras del indigno español Pablo Simón Lorda, que dicen para su escarnio: “morir en combate defendiendo la patria, el rey, la religión o la ley, pudo ser el ideal de muerte digna hace siglos. Morir asumiendo el dolor como imagen del Cristo sufriente, lo fue hace no tanto. Pero en nuestra sociedad rica y moderna, morir dignamente significa morir con el mínimo sufrimiento, informados si se desea; morir rechazando los tratamientos que uno no quiere”. A su turno, la bestia servil de Aníbal Fernández, agregaba entre sus hedores habituales que “hay que terminar con aquella vieja concepción del dolor para conquistar el cielo”.
No hay margen para comentarios ni exégesis. Cualquier análisis huelga, que la ramplonería no admite glosas, ni el cinismo paráfrasis, ni el estercolero disquisiciones. Solamente vamos a recordar en prietas líneas lo que todos saben —empezando por nuestros enemigos— pero que fingen ignorar para incrementar el caos espiritual en que vivimos.
Y lo bien sabido es que el Nacionalismo —tenga los defectos o aciertos que tuviere— está en las antípodas del progresismo con que dan en calificar y en sustantivizar la naturaleza del modelo vigente, desde la primera angoleña por adopción hasta el último de sus corifeos. Está en el extremo opugnador de este monumento al latrocinio, la contranatura, la perversión democrática, el histerismo y la criminalidad montoneril, que han levantado los Kirchner en la última década. Monumento abyecto y ultrajante del que son víctimas muchedumbres de compatriotas, a quienes se obliga a vivir en una nación negada al Decálogo, al más elemental decoro y al ejercicio básico de la compostura.
El Nacionalismo del que nosotros nos sentimos herederos y continuadores, quiere saber vivir y morir combatiendo por aquellos bienes que insensatamente dan por superados los agentes de la tiranía: la Cruz de Cristo y la Patria Argentina, el Rey de los Cielos y la soberanía espiritual de nuestra tierra.
Quede asentado en estas páginas, para que nadie ose mañana, impunemente, adulterar los significados políticos trascendentes.
Antonio Caponnetto


8 de Junio de 2012
Nuevo Orden
FALOPA.
YES, BWANA.
“La excelencia suprema consiste en destruir al enemigo sin combatir”
(Sun Tzu)

Carroll Quigly, “insider” del sistema y, entre otras cosas, mentor de Bill Clinton, decía en “Tragedy and Hope” (Tragedia y Esperanza): “El poder del capitalismo financiero mundial tiene un objetivo trascendental, nada menos que crear un sistema de control financiero mundial en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y la economía como un todo, e influir sobre los políticos colaboracionistas”.
El proyecto, por supuesto, es ya antiguo, pero las cosas comenzaron a acelerarse a partir de un par de reuniones organizadas por Nelson Rockefeller en 1972, una para reunir a altos directivos de importantes empresas norteamericanas, para concretar acciones de mayor colaboración entre potencias superindustrializadas, y otra para sentar las bases de lo que sería la Comisión Trilateral (CT), nombre derivado de la presencia de ejecutivos de empresas con capacidad de decisión de Estados Unidos, Europa Occidental y Japón. La reunión inaugural tuvo lugar en Tokio, el 23 de octubre de 1973, y concurrieron a la misma James Carter y Zbibniew Brzezinsky, que se integraron a la misma.
El primero declaró en 1975 que “había llegado la hora de concretar una Alianza con Europa Occidental y el Japón. Estos países ya están preparados para desarrollar un papel importante en la creación de un nuevo orden internacional”. Este nuevo orden implicaría la implantación de una nueva división internacional del trabajo, y la transformación de los países en provincias de un nuevo imperio.
Bien, Carter asumió la presidencia de los Estados Unidos el 4 de noviembre de 1976, y en su equipo figuraron 18 integrantes de la CT, entre ellos el recientemente fallecido Cyrus Vance, su Secretario de Estado, Zbigniew Brzezinsky, Consejero de Seguridad Nacional, quien escribiera en “La Era Tecnotrónica” (Between Two Ages): “El concepto de interés y soberanía nacional sólo era viable mientras las naciones estaban suficientemente separadas en el tiempo y el espacio… Los vínculos supranacionales progresan, en tanto las reivindicaciones nacionalistas, aunque todavía potentes, se están diluyendo”. Richard Gardner fue su embajador en Italia, y manifestó en “Foreing Affairs”, en abril de 1974: “Así llegaremos a poner fin a las soberanías nacionales, corroyéndolas pedazo a pedazo”. También se incluyó en el equipo Sol Linowitz, quien fuera presidente de la United Fruit, luego United Brands y del Marine Midland Bank, lavador de narcodólares en el área de Panamá, y en cuya sede de Nueva York se depositaban fondos para Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y el CELS, provenientes de la Fundación Ford (es decir CIA) y Amnesty International (es decir, Inteligencia Británica).
El gobierno de Carter apoyó la despenalización de la droga, mientras que el Departamento de Hacienda y la Reserva Federal, entonces dirigida por Paul Volker, respaldaron la campaña del FMI para obligar a Iberoamérica a producir estupefacientes para pagar sus deudas externas.
Para lograr sus metas este poder utilizará cualquier tipo de debilidad humana para hacer caer al objetivo en la trampa: vicios, obsesiones, fallas en la personalidad, corrupciones, etc, sin perder de vista que no hay guerra política sin guerra cultural, de nivel estratégico, con el objetivo de destruir todo elemento cultural que pudiera generar reacciones contra el imperio. En esta guerra se reconocen varias misiones, una de las cuales es la adaptación gradual a las condiciones morales en deterioro, método desarrollado por el Standford Research Institute, parte de la red Tavistock de Londres en Estados Unidos.
Ahora bien, el senador Aníbal Fernández presentó un proyecto para despenalizar la tenencia de drogas para uso personal, que incluye (Página 12 – 30/3(12): “…Esto vale para todas las sustancias ilegales, ya que el fallo Arriola, emitido en agosto de 2009, se basa en el Art. 19 de la Constitución Nacional sobre la impunibilidad de los actos privados que no afectan a terceros”. “Buscamos priorizar los derechos humanos de segunda generación: primero atender la salud de quien consume y después atacar al narcotráfico, explicó Fernández”, y “La actual legislación, evaluó el senador, formó parte del fracaso de la política criminal en materia de persecución, represión y sanción de los delitos vinculados con el tráfico ilegal de estupefacientes”.
No recuerdo al autor de “cuando alguien dijo algo antes y mejor que uno es mejor parafrasearlo que plagiarlo”. Pero, en fin, el Instituto Aspen, funcional a la usura internacional, entre cuyos miembros se encontraban entonces el citado Cyrus Vance, Robert Mc Namara, ex Secretario de Defensa de Estados Unidos y ex presidente del Banco Mundial, el ex ministro de Hacienda de Colombia, Rodrigo Botero, quien manifestara que “será difícil para cualquier gobierno suscribirse al enunciado que la soberanía nacional ha desaparecido”, y creó la “ventanilla siniestra” del Banco de la República de Colombia, dedicada al lavado de narcodólares, y Sir Henry Kissinger —recordamos, el coordinador del Memorando 200, donde se mencionaba a trece países “con interés especial para Estados Unidos, donde se requiere imponer una política de control o reducción de la población”— propuso en 1988 la legalización del narcotráfico en Iberoamérica para pagar a los bancos supuestamente acreedores sus fraudulentas y perversa deudas externas con los fondos así obtenidos, propuesta apoyada por el FMI y el Banco Mundial. Dicha propuesta incluía además la posibilidad de apoyar, de paso a David Rockefeller en sus dificultades con el Chase Manhattan Bank (también a otros banqueros), que por entonces no podía resolver con los 500.000 millones de dólares, producto en ese momento del narcotráfico.
Volviendo al proyecto del senador Fernández, con respecto al cuidado de la salud de los consumidores, podría preguntarse que pasó con la Ley de Represión del Tráfico de Drogas No 20.771, sancionada por el Congreso Nacional el 26/9/74, promulgada por el Poder Ejecutivo el 30/10/74 y publicada en el Boletín Oficial el 9/10/74, la que proponía la internación de los consumidores de drogas en establecimientos sanitarios adecuados , de los cuales podían salir una vez que se hallasen rehabilitados. Así se cortaba, de paso, la cadena de distribución de drogas, base del narcotráfico (“Los Tratados de Paz por la Guerra de Malvinas” – Julio C. González).
Tal vez este plan defienda mejor el derecho básico de los consumidores a la salud y la vida, que darles rienda suelta para continuar el consumo, así como la compra. Permitir que se continúe el uso, por ejemplo de la “inocua” marihuana en forma crónica puede ocasionar en el adicto, alteraciones en los linfocitos T, importante eslabón de los procesos inmunitarios del organismo, así como del epitelio pulmonar y la mucosa gástrica, similares a los provocados por los cigarrillos comunes, atrofia gonadal y cerebral más severa que la del alcoholismo crónico.
Y en cuanto a que no existe peligro para terceras personas, no pueden negarse los accidentes y delitos en los que intervienen personas con embotamiento de sus sentidos y deformación de sus percepciones, sin mencionar las molestias que tienen que soportar los vecinos de los consumidores de porros. Y tampoco los “caminos que trazan una cultura sin Dios, y sin sus mandamientos o incluso contra Dios, animados por los ídolos del poder, la riqueza y el placer efímero, la cual termina siendo una cultura contra el ser humano y contra el bien de los pueblos latinoamericanos” (“Aparecida. Documento Conclusivo”).
Bien, bwana no tiene motivos de queja. Las órdenes del Institute for the Future se fueron cumpliendo: registro de armas de fuego, cumplida; legalización de la homosexualidad, cumplida; legalización del aborto, cumplida; instrucción de planificación familiar en las escuelas, cumplida; despenalización de las drogas, a un paso (paciencia, bwana).
Sin embargo, siempre puede aparecer un aguafiestas que se pregunte, como el presidente de la Comisión Especial sobre Narcotráfico del Congreso de los Estados Unidos, Charles Rangel, quien ante la propuesta de legalización del Instituto Aspen de 1988, porque la guerra al narcotráfico no había funcionado: “¿Cómo va a funcionar si ni siquiera ha comenzado?”.
Luis Antonio Leyro

 6 de junio de 2012
Culturales
TESTIGO DE CARGO
ESO: ¿QUÉ DEMONIOS ES SER “PROGRESISTA”?

Conociendo mis gustos, mi hijo José me regaló una separata de “Le Monde Diplomatique” con el título “El progresismo argentino”, escrito por algunos de los más conspicuos representantes de esa ideología: Carlos Altamirano, Atilio Borón, José P. Feinmann, Felipe Pigna y Luis Alberto Romero. Algo como para integrar un conjunto de rock con el nombre de “Los auténticos fracasados”. Porque aunque detenten cátedras, programas de televisión y premios a rolete, son todos tristes desechos del derrumbe de la U.R.S.S. y el socialismo real. Desde entonces, no saben dónde están parados. ¿Cómo habrían de saber qué cosa es el progreso?
Pero me llevé un primer chasco. Porque a partir de la página ocho, nada menos que Carlos Altamirano promete explicarnos “¿Qué es ser progresista?” Caramba, me dije, parece que estoy equivocado en mi prejuicio. Estos chicos sí saben qué demonios es ser progresista hoy, saben en consecuencia qué es hoy el progreso y saben muy bien dónde están parados.
Leamos. La primera página podría, casi, casi, haberla escrito yo. Y de hecho he escrito cosas muy parecidas en esta sección: 1) Hay un anacronismo en llamarse ahora progresistas porque ése es un concepto del siglo XVIII y se basaba en una confianza total en que se estaba frente a “un proceso unitario que tenía como actor al conjunto de la humanidad”, el cual recorrería “etapas de un incremento creciente del conocimiento, del dominio… y de la explotación de la naturaleza. Y además (habría), como parte de este mismo movimiento también un bienestar creciente”. 2) Parece que las cosas no salieron así: Altamirano reconoce que “hoy ser progresista es, en primer término, tener conciencia de los problemas que envuelven la noción de progreso, de la crisis que afecta esta noción misma, porque ha crecido la conciencia contemporánea del lado oscuro que tiene el progreso”. Y porque parece que la noción de progreso “se convirtió en algo (no) evidente sino en un problema que es necesario definir una y otra vez”.
Muy bien, pero de aquí nos caemos a las décadas del sesenta y del setenta y los modos de ver el progreso entonces. Y luego, hasta el final del articulo, en el progreso y progresismo en la Argentina y en Cuba. ¡Un momento! ¿No se nos perdió algo en el camino? Al final, ¿qué demonios es el progresismo? ¿Una crisis? ¿Todo lo que ofreceríamos a los ávidos de soluciones es un aula de debates intelectuales sobre “un problema que es necesario definir”? Lo terrible es que es más o menos cierto. Para las clases instruidas de nuestro tiempo que son, en su mayoría, progresistas, izquierdistas o “modernas”, el progreso es hoy ese problema sobre el que dan vueltas y vueltas en cátedras del primer mundo bien pagadas, en programas de TV que dan popularidad, en artículos innúmeros como el que comento, en debates a escala mundial. El pequeño detalle es que en treinta años de discusiones, congresos y simposios no se sabe que hayan logrado ni un milímetro de adelanto en la tarea de (re)definir el progreso. ¿Y quién le dice que el concepto de progreso está perimido sin remedio y nada ni nadie puede redefinirlo o resucitarlo?
Por suerte para ellos, los intelectuales como Altamirano pueden vivir en su mundo enclaustrado y algunos, de vez en cuando, enseñar (es un decir) en universidades norteamericanas que pagan bien. No hay más riesgos que afrontar, una que otra vez, a locos que asesinan sin más razones que su locura. El último fue el coreano de Virginia. Forman parte del sistema y por suerte no actúan muy frecuentemente.
Mientras tanto, la definición de progreso se hace y se vive en las calles por gentes de la catadura moral e intelectual de los hijos de “Gran Hermano” y de personajes como Ginés González García. Ellos no necesitan (re)definir el concepto todos los días. Saben que en la práctica “ser progresista” es tirar la chancleta, drogarse, abortar cuando un hijo molesta, hacerse maricón y enorgullecerse, etcétera, etcétera. Mientras los intelectuales meditan agobiados por el peso y la solidez del problema planteado, los hombres del común lo han develado sin preocupaciones. Ser progresista es hoy la vida sin honor, sin pudor, sin control, sin conciencia del prójimo. Las niñitas que saltan de un hogar y un colegio católico a juntarse con su “novio” y a vivir “como les da la gana” saben sobre eso que llaman progreso más que estos sabihondos como Altamirano. Cuya definición actual del progreso es como una granada de mano sin seguro que se pasan los intelectuales entre ellos para ver si alguno atina a impedir la explosión.
NO SE PIERDA ÉSTA
¿Entendió lo que escribí en la notícula anterior? Entonces no se pierda ésta. En México, capital, las fuerzas progresistas lograron hacer aprobar el aborto rápido, barato y expeditivo. (Todavía no obligatorio, pero todo se andará). En “La Nación” de hace un tiempo leemos la noticia y este párrafo que llamaría delicioso si no fuera repugnante. El Coordinador del Comité de Alternativa (vaya uno a saber qué es eso) Don Jesús Robles Maloof (vaya nombrecito que le pusieron sus padres) declaró: “En un país tan conservador, lo que sucedió es un triunfo de las izquierdas progresistas”. ¿Captó la idea? Mientras Altamirano cobra por (re)definir qué cosa es hoy el progreso, los Robles Maloof —como los González García— la tienen muy clara. El progresismo hoy no es como la antigua izquierda del siglo XX, que apostaba al poder totalitario con el nombre de “dictadura del proletariado”, lo cual debía leerse como dictadura de los comunistas en nombre del proletariado. Las “izquierdas progresistas” son hoy mucho más modestas. Ya no aspiran a asesinar cien millones de personas para hacer surgir de su sangre el hombre nuevo. Ahora se conforma con unos pocos milloncitos anuales de bebés asesinados en el vientre de sus madres. Éstos son sus “triunfos” de hoy. Ésta es su ideología de hoy.
PUES, SEÑOR
Así comenzaban, en los lejanísimos tiempos de mi infancia, muchos cuentos para niños, reemplazando el consabido “Había una vez…” Sobre todo en los “Cuentos de Calleja”, unos libros maravillosos ilustrados de una manera mágica, a toda página. La escena más común era alguna catástrofe. Por ejemplo, un cocinero resbalaba y caía sobre él una lluvia del contenido de sus estantes: sólidas morcillas, frascos que goteaban aceites olorosos, cuchillos de distinto filo y uso, platos por decenas. He perdido —¡ay!— los libros, pero las imágenes no se han borrado aún de mi memoria.
Pues señor, un buen amigo me escribe una larga carta con términos tan elogiosos como inmerecidos para este “Testigo” de internet. Pero me objeta que poner el centro del problema de la modernidad en el individualismo es erróneo, aunque sea en el terreno operativo.
Expliquémonos. El análisis filosófico de un problema puede llevarnos a dilucidar su esencia, su auténtica consistencia. A partir de esa respuesta, sabremos lo que de verdad importa en la cuestión. Si a la luz de la filosofía y de la teología analizamos la modernidad, no hay respuesta más segura y precisa que la de San Agustín. Claro que el Obispo de Hipona nada escribió sobre la modernidad, muy lejana todavía en el momento de su muerte. Pero su tesis en “La Ciudad de Dios” es que la historia entera está signada por la lucha entre la ciudad de Dios y la ciudad del hombre. Esta última puede asumir muchas formas, pero lo que identifica a todas ellas es el reemplazo de Dios por el hombre.
La ciudad moderna no es la primera en que se da esta inversión de valores. Claro está que es en la renuncia a Dios y la deificación del hombre donde está la médula de lo sucedido. Pero el modo propio moderno de hacerlo, el modo diferencial moderno es ahora el que interesa.
En la famosa trilogía de la revolución francesa está la clave: Libertad, que a la corta y a la larga termina en un ser amurallado de derechos que le permiten exigir a todos una distancia reverencial. “Yo soy yo y mis derechos, nadie se atreva a pasar la invisible frontera que ellos trazan a mi alrededor”. Bien, pero no te quejes si nadie la pasa tampoco para darte amor. La igualdad es exigida para que no haya humanidades en distintos niveles. “Yo soy yo y mis derechos y la humanidad está constituida por millones de yo y…” etc. Todos iguales para que el proceso de deificación no deje a nadie atrás. Bien, pero no te quejes si la realidad demuestra que esa igualdad así concebida no es mas que un sueño ideológico. Y que lo que realmente logras es una igualdad ideológica, es decir un gris conformismo que jamás se aparta de lo “políticamente correcto”. En cuanto a la fraternidad, implica la supresión de toda pertenencia significativa más allá de la humanidad. Patria, pago, familia pasan a ser “accidentes” históricos que hoy existen pero mañana serán descartados por la marcha triunfal del progreso. Bien, pero no te quejes si lo que has forjado no es un hombre-dios sino un ser desarraigado y enfermizamente individualista.
Y entonces recuerdo que en “La Nación” del 20 de abril de 2007, un artículo de Guy Sorman, uno de los popes del liberalismo, que nos asesta estas verdades de a puño: “nuestro mundo, dominado por el individualismo”… “El estallido de las viejas normas y el paso de la era de las masas a la del individuo en busca de gratificaciones inmediatas resultan ser fatales para las grandes ideologías de ayer” (¡si fuera sólo para las “ideologías de ayer”! Es fatal para toda convivencia humana), “los individuos se dejan llevar más por sus deseos que por el civismo”.
Es una buena, aunque parcial imagen de la realidad. El mundo se encamina a la supresión final de toda sacralidad, es decir a poner en ejecución aquello que Nietzsche profetizó hace un siglo y medio: la muerte de Dios. Pero para llegar a hacerlo el camino ha sido crear estos Frankenstein al por mayor que son los hombres modernos, absolutamente imposibilitados de amar al prójimo y para qué decir amar a Dios. O viceversa.
En suma, todos los desastres de la modernidad tienen su causa en el olvido de Dios. Pero en el Occidente actual ese olvido se funda y se mantiene gracias al individuo “en busca de gratificaciones inmediatas”. Pues, señor, este cuento se ha acabado. ¿Y las catástrofes que pintaba el ilustrador de los cuentos de Calleja? Lea, por favor, los diarios.
Aníbal D'Ángelo Rodríguez


4 de Junio de 2012
Mirando pasar los hechos
TINIEBLAS Y ESPERANZA
OBSCURIDAD

Desde hace tiempo la Confusión llega a gran altura. Ya cuando arreciaba la persecución orquestada contra la fe católica, el 25 de mayo de 2007 se dijo en Mendoza —frente al matrimonio presidencial— que el Te Deum asocia a autoridades y pueblo “como una sinfonía que suma todas las notas de la escala. Como un coro que integra los diversos registros para lograr la más bella expresión”.
En este último 25 de mayo el obispo Monseñor Fernando Maletti ofició el Tedeum en Bariloche, con la concurrencia de representantes de distintos credos y portavoces de los pueblos originarios.
El prelado destacó entonces que los aborígenes “nos enseñaron a valorar la tierra como hábitat y cuidarla como a una madre”.
Suscitando acaso el recuerdo de la célebre veneración a la Pachamama por el presidente Kirchner. Y la triste memoria de aquella “Semana de los Pueblos Indígenas” que asumió la plegaria a la Madre Tierra.
Por su parte, la homilía del Cardenal Primado en la Catedral, giró sobre el amor fundante… un amor exigente, explicitó. Anotando después, que nos hará bien “un examen de conciencia y preguntarnos en concreto sobre una realidad cotidiana que precisamente es lo contrario al amor, es consecuencia del desamor: ¿qué nos lleva a ser cómplices, con nuestra indiferencia, de las manifestaciones de abandono y desprecio hacia los más débiles de la sociedad?” Una oleada de lúgubres abandonos actuales en las mazmorras, habrá golpeado a los oyentes… En tanto el Cardenal comentó —con relación a los niños y jóvenes abandonados— que a veces somos como adultos abandónicos.
UNA LUZ RESPLANDECIENTE
En verdad, la oscuridad no quiere dejar resquicios, por supuesto tampoco en lo temporal. Cuya calamidad irreligiosa y contra natura no exige demostración, según lo muestra rotundamente la reforma del Código Civil proyectada. Pero en tanto, una imagen luminosa de la Santísima Virgen María, continúa apareciéndose junto a la gruta de Lourdes en Alta Gracia (Córdoba). Signo inexplicable naturalmente —conforme a lo comprobado— que sugiere una especial asistencia.
Y a la par concurre a recordarnos que sólo con la intervención muy especial de Lo Alto, el esfuerzo humano puede acceder al rescate de la Argentina católica. Al ejemplo de Liniers y sus valientes que pese a estar todo perdido, desalojaron al hereje implorando con el Rosario y la Letanía a la excelsa Madre de Dios, auxilio de los cristianos.
¡Ora pro nobis Santa Dei Genitrix!
Casimiro Conasco


29 de mayo de 2012
Mirando pasar los hechos
PERVERSIONES GUIADAS


FESTEJOS INSÓLITOS
El Ministerio de Educación ha presentado dos nuevas publicaciones. Una “Guía para niñas y niños de prevención de prácticas discriminatorias” (segunda edición) y otra “Guía didáctica para docentes”.
La primera desarrolla el concepto de “discriminación” a fin de que lo entiendan los más chicos. El texto aborda la familia, diciendo que: “También nuestras familias son todas diferentes. No hay un tipo de familia, sino muchos tipos de familias. Las hay con sólo una mamá o un papá, con una mamá y un papá, con dos mamás o dos papás, con abuelas y abuelos, con hermanos, sin hermanos, con mascotas, sin mascotas”.
Tanto o más resonante es la otra “Guía didáctica para Docentes”, donde se caracteriza al “diferente” discriminador, como el “modelo o paradigma” de “lo normal”. Es decir “al varón, blanco, instruido, joven, pudiente, heterosexual, cristiano y sin discapacidad visible”… Paradigma hegemónico que “impone jerarquías basadas en la dominación y la desigualdad…”
En fin, por todos lados chorrea marxismo junto a la obsesión anticristiana del modelo. Sellada en el famoso decreto 1086/05, que como sabe ocurrir no tuvo la réplica condigna. Algunos explican todas las demoras y silencios, por la preponderancia de otras cuestiones. Como la lucha semántica, que culminara con el destierro de la palabra “vosotros”, según lo establecido por el Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina el 13 de Agosto de 2009. Otros lamentan los desconcertantes Tedeums en plena demolición de la patria católica. Como el que se anuncia para el 25 en Bariloche; que recuerda aquel celebrado en Mendoza el 25 de mayo de 2007 (ver foto), cuando arreciaba la persecución religiosa; mereciendo el particular beneplácito del periódico oficial “Página 12”.
Casimiro Conasco


27 de Mayo de 2012
Históricas
DISGREGACIÓN DEL
REINO DE YNDIAS
NECESIDAD DE UNA CONCIENCIA HISTÓRICA

En estos días, en que se están cumpliendo doscientos cuatro años de la invasión napoleónica a España, consideramos que es necesario continuar con las consideraciones que iniciáramos en el número 70 de “Cabildo”.
En aquella edición señalamos viejos errores que vuelven a repetirse como verdades y que siguen oponiéndose para que nuestra América, al decir de Vicente Sierra, “comprenda la urgencia de recuperar la vía de su destino, que nuestros pueblos no conseguirán sin fortalecer su conciencia histórica por el camino de los valores permanentes de su pasado, desvirtuado por interpretaciones negativas”.
Es por ello que —hoy como ayer— seguimos enfrentados a la historiografía liberal-marxista, la que nos presenta una visión deformada de nuestro pasado por la influencia masónica de cuño inglés y norteamericano, con el objetivo de someter a nuestras élites, ya que como decía Wilfredo Pareto, ellas son el carácter y la historia de las sociedades.
Nos encontramos además con los planteos de Antonio Gramsci, en los que se combinan la demolición de nuestra cultura cristiana junto al rol que juegan las masas rebaños y las estructuras económicas. La ideología ocupa el lugar de la realidad y la continuidad histórica queda rota. Sobre ese vacío los ideólogos edifican la Torre de Babel del Nuevo Orden masónico democrático y socialista “racionalmente perfecto”. Tal lo que se pretende para Hispanoamérica aprovechando la falta de correspondencia del orden jurídico con la realidad histórica.
RECORDAR ES UN DEBER
Ya entrados en el tema que nos ocupa es necesaria una breve recapitulación de lo publicado. Veámosla. América Hispana hasta los inicios de la “Revolución” fue una entidad política única, un Estado unido a España por la corona de Castilla. La adhesión a la Monarquía reposaba en el hecho de que América constituía, un Reino llamado de Indias pero no fusionado con España como lo había establecido definitivamente Carlos I de España y V de Alemania por Real Cédula de 1519.
Cuando la invasión de Bonaparte en 1808 no se planteó en América la cuestión de apartarse de la monarquía. La lealtad al Rey seguía absolutamente vigente aún cuando la Casa de Borbón, que ocupaba el Trono desde los inicios del siglo XVIII, caminaba por senderos distintos a los de la dinastía de los Austrias. El fundamento teológico del gobierno del César Carlos y sus sucesores había sido sustituido por una concepción laica de poder civil. Esa política liberal borbónica inició una división entre los Reinos Americanos y España. Son un claro ejemplo las medidas masónicas de Carlos III en contra de la Compañía de Jesús, las que junto a las reformas administrativas y fiscales produjeron motines en Guanajuato, Puebla, San Luis de Potosí, Nueva Granada entre los años 1765 y 1778.
Todo lo señalado era un claro ejemplo del espíritu criollo que, al decir de don Miguel de Unamuno, está en nuestra intrahistoria que es anticentralista, tradicionalista y neofeudal. Palabra ésta que utilizamos en el sentido sociológico que le da Manuel Jiménez de Quesada en un trabajo de su autoría que titulara “Hernán Cortés y la Revolución Comunera en Nueva España”, publicado en el “Anuario de Estudios Americanos” de Sevilla, en 1948.
Ese espíritu latente que resistió el absolutismo estatal borbónico manteniendo un carácter marcadamente medieval y municipal con sus cabildos es el mismo de la España sin Rey de 1808, cuando el Alzamiento armado contra el invasor bonapartista jacobino y los judas iscariotes diseminados por las logias entre los mismos que combatían en la nueva Reconquista como en los tiempos de Covadonga.
¡VIVA LA PEPA!
El problema vino a presentarse con agudeza cuando en 1810 las tropas del Emperador Napoleón se derramaron por Andalucía apareciendo como inminente la ocupación total de España.
Se produce entonces la disolución de la Junta Central Gubernativa, su antijurídica sustitución por el Consejo de Regencia y una asamblea conocida históricamente como Cortes de Cádiz. Éstas, dominadas por liberales educados en el ambiente francés de la Enciclopedia, y por lo tanto divorciados de la tradición hispanoamericana, proclamaron el 24 de setiembre de 1810, que los Reinos de Indias debían estar unidos a la metrópoli en una misma representación lo que significaba la dependencia de España. Después de ese prólogo vendría la obra, en la que el contubernio mayoritario aprobaría la Constitución de 1812, reflejo claro de la Revolución Francesa.
Así, lo que establecía respecto de la soberanía nacional recuerda demasiado el Contrato Social del nefasto Juan Jacobo Rousseau, la división de poderes a Montesquieu; mientras la parte orgánica seguía, con fidelidad perruna, la Constitución revolucionaria francesa de 1791.
La pócima preparada por el liberalismo español y que se pretendía hacer beber por tragos a las Indias era una habilísima maniobra para anular el status jurídico político de Hispanoamérica. Nadie podía dejar de caer en la cuenta que al quedar sujeta la monarquía a la soberanía de la Nación Española a ella transfería el Rey sus potestades sobre las Indias. Ello fue precisamente lo que sin lugar a dudas explica la actitud asumida por los criollos: resistencia a la malhadada fórmula del 24 de setiembre que, como básica que era, inevitablemente pasaría a integrar el engendro llamado Constitución a la que más tarde el gracejo español apodaría “La Pepa”.
Surgieron entonces las Juntas Americanas de 1810 y allí donde existía desconfianza respecto a la lealtad del gobernante por secretas simpatías con el Consejo de Regencia o por haber sido designado por éste se los depuso, al considerarlos sin derecho a ejercer el gobierno en estos Reinos. Sin embargo, no toda América estuvo en esa posición. Hubo partidarios del Consejo de Regencia que permanecieron en sus cargos, como sucedió con el Virrey del Perú, don Fernando de Abascal, quien no se mantuvo en la jurisdicción peruana, sino que comenzó acciones armadas contra las regiones juntistas.
Esa conducta, influida por las Cortes de Cádiz, produjo como consecuencia la Guerra entre la dignidad americana y los que negaban el tres veces centenario pacto. Fue el principio del fin del Sacro Imperio Romano Hispánico. Un Imperio cuyos Reinos americanos siempre se mantuvieron leales, respondiendo con dignidad y precisión al absolutismo liberal masónico que se había instalado en la asamblea gaditana.
LA TESIS AMERICANA
Veamos, y es un ejemplo, la tesis americana aparecida en la “Gaceta de Buenos Aires” el 6 de diciembre de 1810: “La autoridad de los pueblos en la presente crisis se deriva de la asunción del poder supremo que por el cautiverio del Rey ha retrovertido al origen de que el monarca lo derivara, y el ejercicio de éste es susceptible de las nuevas formas que libremente quieren dársele. Disueltos los vínculos que ligaban los pueblos con el monarca cada provincia es dueña de si misma, por cuanto el pacto social no establecía relaciones entre ellas directamente sino entre el Rey y los pueblos”.
La misma línea clara y contundente expresaba el ilustre venezolano Dr. Juan Germán Rocío en carta a don Andrés Bello, una de cuyas cuartillas decía que la concesión de estas tierras era “limitada a los reyes don Fernando e Isabel a sus descendientes y sucesores legítimos y no comprende a los peninsulares ni a la Península ni a los de la Isla de León ni a los franceses”.
La grosera violación de las tradicionales leyes convirtió la Guerra Revolucionaria en Guerra Independentista, “pero no de la Corona española sino de la Nación Española”. Planteo éste que se consolidó a partir del año 1814 cuando, ya regresado Fernando VII de su “prisión” napoleónica, actuó con la doblez que le era característica ante los intentos americanos de volver a la “política de los dos hemisferios” y “al pacto explícito y solemne”.
En el mismo año arriba citado, la Junta Nacional de Chapultepec presentaba al Virrey de la Nueva España un Plan redactado por el doctor José María Cos, en el que luego de reiterar la integridad de la monarquía deducía, entre otras, estas justas pretensiones: “Que los europeos resignen el mando y la fuerza armada en un Congreso Nacional e Independiente de España representativo de Fernando VII que afiance sus derechos en estos dominios (…)
“Que declarada y sancionada la independencia de una y otra parte, se echen en el olvido todos los agravios y los acontecimientos pasados, tomándose con este fin las providencias más activas y todos los habitantes de estos pueblos así criollos como europeos constituyen indistintamente una nación de ciudadanos americanos vasallos de Fernando VII empeñados en promover la felicidad pública”.
En estos puntos estaba la llave para volver a la perdida y normal armonía del Imperio. Era además lo justo y lo reconocido por el plebiscito de los siglos, corridos en unión de iguales.
Así lo vio y así lo señaló con certeros párrafos el Brigadier General don Juan Manuel de Rosas en aquel célebre discurso que pronunciara ante el Cuerpo Diplomático en el año 1836.
No pudo ser. Lo impidieron las actitudes hipócritas de un monarca psíquicamente minusválido y la perfidia de las camarillas en concubinato con las logias de diferentes Ritos y Obediencias.
Luis Alfredo Andregnette Capurro

 24 de Mayo de 2012
De pluma ajena
SALAMON, LOS SHLIJIM
Y LA DICTADURA

En medio del juicio que se llevó a cabo contra el ex gobernador de Tucumán Antonio Bussi y el ex general Luciano Benjamín Menéndez, ambos de reconocida participación en la represión durante la última dictadura cívico-militar en la Argentina, el titular de la D.A.I.A. Tucumán, Jaime Salamon, no tuvo la mejor idea que afirmar que algunos representantes de los movimientos sionistas de izquierda llevaron a los jóvenes a acercarse a la guerrilla en aquella época de los setenta.
“Nueva Sión” se comunicó con Salamon quien afirmó que no dijo lo que aparece publicado en la página web de la agencia AJN, pero —contradictoriamente— reafirmó sus dichos. “Lo que aparece en la página de AJN me lo cambiaron tres veces, cada vez que yo los llamé para protestar”, afirmó Salamon a “Nueva Sión”. Según AJN, “Salamon mencionó que algunos shlijim (representantes de la Agencia Judía) llevaron a sus janijim (alumnos en instituciones de educación no formal) a interesarse por la cuestión de la guerrilla”. Y agrega que los adolescentes pertenecían a “movimientos que llevaban ideas de izquierda, los shlijim se olvidaron de nuestros valores (los del judaísmo)” y los jóvenes “terminaron formando parte de los cuadros de la guerrilla”.
— ¿Esto sucedió en Tucumán?, consultó “Nueva Sión” a Salamon.
— No, en Córdoba.
— ¿Nos puede narrar el hecho que usted menciona? ¿Tiene nombres, Salamon?
— No, pero sucedió.
— Salamon, ¿Usted es conciente que mencionar este hecho sin pruebas, encima en momentos en el que se está llevando el juicio en Tucumán es doblemente contraproducente porque desvía la atención y no puede certificar el ejemplo que menciona?
— Desde que hablé con AJN no me dejan tranquilo. Ya me llamaron de la D.A.I.A., de la O.S.A. y Abraham Kaul para que me rectifique. Y yo mantengo lo que dije. A la D.A.I.A. les mandé copia de dos de las tres versiones que publicó AJN.
— Pero Usted está afirmando ahora que ratifica lo de Córdoba y no nos da las pruebas…
— Yo vengo trabajando por el judaísmo hace más de cuarenta años, pelee en la Guerra de los Seis Días, estuve en el grupo de voluntarios que viajó a apoyar a Israel en la última guerra en el 2006, tengo familia en Israel, no tengo que explicar ni mi judaísmo ni mi militancia.
Guillermo Lipis
(cfr. “Nueva Sión”, 16 de septiembre de 2008)
Lo reproducido es un fragmento.

22 de Mayo de 2012
Porcinas
Cristina es lo más
A CADA KIRCHNER
LE LLEGA SU CHANCHO


No es fácil admitir los errores. Pero nobleza obliga y hay que decirlo, nos equivocamos. Durante años pensamos que era difícil que alguno pudiese sobresalir por encima de ellos. Habíamos recorrido el estrafalario gobierno de Isabelita, pasamos también por el grato presidium soviético del tío Cámpora, y conjeturamos, equívocamente, que habíamos sido sufrientes testigos del máximo grado de estupidez que pueda revelar un ser humano que, además, es presidente de un país.
Y en ese exclusivo sitial estaban y ahí permanecían. Con el paso del tiempo, otros presidentes argentinos, intentaron con su mejor y más lúcida estupidez llegar a esas cimas, pero fracasaron. De puro imbéciles salían segundos o terceros en el campeonato de imbéciles.
Ahora en cambio, hasta Isabelita y el Tío se derrumban. Hemos comprobado que nada pudieron esos arquetipos contra la grandeza resplandeciente, luminosa, avasalladora de un “genio/a —que a veces es mortal— pero que no le molesta”, mientras pueda hacer “desparecer” a quienes la irritan.
Cristina es la presidente-presidenta, la reina si ustedes quieren, más “articuladamente” necia de la historia argentina. Nadie se atrevería a competir con ella tratando de alcanzarla en esas alturas reservadas para los elegidos. Ni el más torpe de los generales del Proceso, ni Carloncho de Anillaco ni Fernando Mente Veloz, ni el Pibe Cabeza se animaron siquiera con un fragmento, de las penosas vulgaridades discursivas de Cristina.
No señor, ningún otro-otra ha rozado la gloria intacta de las alocuciones de la Reina K. Nadie fue capaz de “volar” como ella, sostenida apenas en la magra calidez de un pollo. Nadie —sospecho que ni Sade— pudo entrever la inquietante magia erotizante del chancho. Por cierto que ninguno combatió al maligno “yuyo” con ese aplomo contundente y aguerrido. ¿Qué otro tuvo la osadía de la palabra adecuada y precisa al inaugurar una canilla, una cloaca, un termotanque? No sabemos en la literatura criolla, de otras imágenes más hermosas y conmovedoras sobre los buitres, las ratas del riachuelo o los pingüinos, que las salidas de sus labios.
¿Cuándo nos explicaron, con riguroso donaire (hasta con centavos) que, como el rayo, se acercaba el tren bala? Y después y sin descansar un momento, fueron los discursos de tono chispeante ofreciéndonos créditos para autos y casas y departamentos y cocinas con horno y las encantadoras bicicletas y lavarropas con centrifugado. ¿Cuándo una primera dama-damo nos enseñó que la fórmula química del agua es “hache dos cero”, que el General Paz y José C. Paz son una misma avenida y persona, y que la palabra minga en boca de una señora no es soez gallegada sino grito de guerra?
Por el contrario, el acento de su elocuencia fue severo cuando enfrentó al Club de París, al que ya mismo cancelábamos sus acreencias y el anuncio insospechado, pero que tanto alegraría al pueblo, del sugestivo y prometedor viaje al país del mismísimo Tutankamón…
Por favor ¡que alguien lo niegue!, ¿alcanzaron o no, dos o tres palabras suyas para que la multitud lloriquease, recordando a ciertos goles secuestrados por la represión? ¿O quién sino, con el coraje de un titán-titana, nos alertó de la operación “basura” que sigilosamente, de la mano de Estados Unidos, acompañaba a la verde valijita de Antonini, y tal vez hasta la misma bolsa de Miceli?
En mucho tiempo no podremos olvidar su expresión feliz y el estremecimiento de su corazón —y el del nuestro— cuando en un arranque de generosidad, manoteó nuestros ahorros de las AFJP a fin de resguardar como solo ella puede hacerlo, el futuro de todos-todas nosotros-nosotras.
O sino que nos digan quién, como en una canción de gesta, nos persuadió acerca de redistribuir la riqueza y finalmente contra viento y marea, arrebatada por la caridad, se la redistribuyó… a Néstor.
No, no vale la pena insistir en este punto: ha dado pruebas mas que válidas de supremacía y hasta el momento no vemos a nadie que (humanamente hablando) sea capaz de arrebatarle el primer lugar.
Ya que estamos en tren de preguntas difíciles, cuando Castellani decía eso del pavo: que es el animal más solemne y engreído, ¿nos alertó como era su deber, acerca de que ciertos pavos, además de pavos, suelen ser perversos? Si no fuera así ¿por qué insistir en el ridículo? o peor, ¿a qué obedece el empecinamiento en conductas apenas racionales que por encima de todo provocan al país un daño incalculable?
No conocemos las respuestas, sospechamos que el matrimonio de presidentes se regocijó, en arrasar con todo lo anterior a sí mismos, reduciéndolo a nada, o locura. La siniestra diversión termina, en cambio, revelando la enorme nada presidencial y poniendo en evidencia y agravando su propia locura.
Miguel De Lorenzo

20 de mayo de 2012
Culturales
NOTICIAS BREVES

Volvemos a insertar en esta sección viejas noticias pocos difundidas, a pesar del interés que tienen. Sin apenas glosas, pues se comentan por sí mismas. Por eso, sólo interpondremos unas pequeñas aclaraciones. En un orden cronológico ellas serían:
DEUDA EXTERNA
“Intelectuales / Miguel Espeche Gil. La deuda es la gran matriz de la corrupción. Para el diplomático, es necesario revisarla y «rechazar la usura». Cecilia Scalisi. «La Nación», Buenos Aires, 24 de marzo de 2010, páginas 1 y 11:
“El embajador y doctor en Derecho Internacional Público y Diplomacia Miguel Ángel Espeche Gil ha dedicado 27 años al estudio de la deuda externa argentina desde una perspectiva jurídica. Su tesis, que le valió la nominación para el Premio Nóbel de la Paz en 2002 y 2003, sostiene que la Argentina debería reclamar una opinión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre lo ilícito del aumento unilateral de las tasas de la deuda argentina.
“Espeche Gil considera que ésa es «una práctica usuraria propiciada por algunos países contra la Argentina». Propone también que el Congreso investigue las negociaciones de la deuda como «matriz de la corrupción» en el país y que inicie un censo de acreedores para saber quiénes son los que reclaman, cómo consiguieron los títulos y cuánto pagaron por Nuestra deuda ha sido pagada casi tres veces y el tema no se resuelve porque las negociaciones son una industria próspera y nuestros presidentes desde 1960 hasta acá se asustan cuando llegan al poder.
“— ¿Debe pagarse la deuda?
“— Las deudas se pagan, por supuesto. La pregunta es cuántas veces. El sistema hace que cuanto más pagamos más debemos. Es la trampa del anatocismo, figura jurídica por la cual los intereses se suman al capital en una bola de nieve, de nieve financiera que no termina. Desde los años ´70, hemos pagado casi tres veces la deuda original…
“— ¿ Qué opina de los grupos de izquierda que ahora apoyan el pago?
“— Por apoyar incondicionalmente al Gobierno cayeron en una incongruencia (sic) muy difícil de explicar. Pierden toda coherencia en su discurso ideológico…
“— ¿Cree que hay un sistema corrupto detrás de la deuda?
“— Claro que lo hay. Una manera segura de seguir el hilo de la corrupciópn es verificar las comisiones pagadas por cada tramo de renegociación. Siempre se han enriquecido los mismos, porque las negociaciones son una industria muy próspera”.
El “sic”, colocado aquí, es porque no se sabe si el entrevistado quiso decir “congruencia” o “incongruencia”, desde que como es de sobra sabido, las izquierdas son, por principio, adversarias del interés nacional, y por eso, se dedican a debilitar las instituciones fundamentales de un país.
En cuanto a la deuda externa en sí, es muy recomendable el artículo publicado en “Patria Argentina”, Bs. As., correspondiente al mes de octubre de 2010, pág. 4. En él se aclara que el monto mínimo de la Deuda Pública, al 30 de junio de 2010, era de 173.200 millones de dólares. Empero, sumada toda una serie de adicionales (la deuda cuasi-fiscal, la deuda de las provincias, etc.), el total debía sobrepasar los 200.000 millones de dólares. No obstante, tomando sólo la primera cantidad para compararla con el PBI argentino (unos 330.000 millones de dólares), se podía concluir que el monto de la deuda era equivalente al 52 % del Producto.
Asimismo, contrariando la aseveración gubernamental acerca del “desendeudamiento”, el artículo afirma que: “El stock de la Deuda previsto para el año que viene (2011) se incrementa sustancialmente en relación con el año actual… lo concreto es que la Deuda va a seguir aumentando” (ib.).
SOBRE EL PETRÓLEO DE LAS MALVINAS
a) “Afirman que es viable un yacimiento en Malvinas”
“Londres (AP).- La compañía británica de exploraciones de petróleo y gas Rockhopper Exploration anunció ayer que su reciente descubrimiento de crudo en las islas Malvinas casi seguramente va a ser comercialmente viable, lo que hizo subir sus acciones en medio de esperanzas de que el territorio se vuelva un nuevo dominio petrolero.
“Con las exploraciones en las aguas alrededor de las Malvinas, aún en medio de la controversia por la larga disputa entre Gran Bretaña y la Argentina sobre la soberanía de las islas, Rockhopper reportó «un paquete significativo de reservas» en la isla de los Leones Marinos.
“La compañía dijo que su pozo de evaluación mostró una espesa reserva de alta calidad, una columna sustancial de crudo y un reconocimiento del primer contacto agua-crudo en la zona bajo licencia…
“Rockhopper, que tiene cuatro licencias de exploración marítima concedidas por el gobierno de las Malvinas y tiene parte de otras dos operadas por Desire (Desire Petroleum), dijo que ahora va a cerrar y abandonar el pozo de evaluación, como se había planeado. Va a perforar seguidamente un pozo exploratorio en el prospecto Ninky, de Desire, en el que tiene 7,5 % de intereses, antes de regresar a Leones Marinos para perforar otros tres pozos de evaluaciones” (“La Nación”, 22 de marzo de 2011, sección “Economía & Negocios”, pág. 4).
Esto explica suficientemente otra noticia, aparecida en el mismo periódico, el 20 de octubre de 2010, pág. 6, y que rezaba así:
b) “Pese a un ajuste presupuestario, Londres prioriza la presencia militar en las Malvinas.
“Recortará gastos de Defensa, pero no alterará las fuerzas distribuidas en torno a las islas. Graciela Iglesias, para «La Nación».
“Londres.- El gobierno británico anunció drásticos recortes en su presupuesto de defensa, pero no alterará su presencia militar en torno a las islas Malvinas en el Atlántico Sur.
“Entre los ajustes —los más profundos realizados por un gobierno británico en más de una generación—…
“Gran Bretaña mantendrá en la zona de Malvinas una fragata, un destructor, una patrullera, un buque explorador, un buque de suministros, el ocasional patrullaje por parte de un submarino y 1.076 personas de servicio en tierra.
“Poco antes del anuncio, el ministro de Defensa, Liam Fox, advirtió que «si alguien cree que la defensa de las Falklands (Malvinas) quedará debilitada, es mejor que piense otra vez»”.
Esa es la noticia oficial, que incluye el decomiso de la flota de aviones Harrier, que lucharon en la guerra del año 1982. Por esto último, el ex ministro de Defensa y almirante retirado Lord Alan West, dijo: “Es algo muy riesgoso. Digamos que en dos años o en tres, Dios lo prohíba [sic], los argentinos deciden invadir las Falklands [las Islas Malvinas]. Entonces nos será totalmente imposible… ir y hacer algo concreto para defenderlas”.
El “sic” acá es porque podría suponerse que ha habido una errata, y donde decía: “los Kirchner lo prohíban”, la corresponsal tradujo “Dios lo prohíba”. Dificultades con las locuciones anglosajonas.
PREMIO A RICARDO LORENZETTI
El Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Ricardo Luis Lorenzetti, fue premiado, y esta es la noticia:
“Derechos Humanos.- Premió a Lorenzetti una entidad judía.
“La entidad judía B´nai B´rith Argentina entregó el premio Derechos Humanos 2010 al presidente de la Corte Suprema, doctor Ricardo Lorenzetti, por su «invalorable contribución a nuestra sociedad».
“El acto se realizó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y, al agradecer la distinción, Lorenzetti dijo que lo recibía en nombre de todo el Poder Judicial, que «viene llevando adelante (sic) una de las tareas más relevantes en el mundo: la investigación de los delitos de lesa humanidad»” (“La Nación”, Buenos Aires, 25 de noviembre de 2010, pág. 12).
Bien sabido es que la “B´nai B´rith” es una logia masónica judía con sede en Nueva York. Eso no requiere aclaración ninguna. El “sic” que colocamos es porque una simple palabra no queda en claro, o quizás, podría haber habido un eventual error de impresión. Es justo donde dice: la Corte “viene llevando adelante”, pudo haber querido decir: “la Corte viene llevando por delante” los Derechos Humanos.
LA TENSIÓN DE JOSÉ MUJICA
“Uruguay. Una semana de polémicas. Tensión entre Mujica y la oposición. El presidente está enfrentado con blancos y colorados por un misterioso video con amenazas militares. Nelson Fernández. Corresponsal en Uruguay. «La Nación», Buenos Aires, 27 de marzo de 2011, pág. 10).
“Montevideo.- El presidente José Mujica está, desde hace unos días, enfrentado con la oposición por un misterioso caso sobre supuestas amenazas militares […] La CIDH [Corte Interamericana de Derechos Humanos] dijo que [la ROU, República Oriental del Uruguay] debe garantizar que la ley de caducidad (una especie de amnistía para militares votada en 1986) (sic) no sea un obstáculo para la investigación [del caso Gelman] […]
“El cruce de duras críticas llega en medio de la inquietud de los mandos militares porque la coalición oficialista Frente Amplio acordó votar una ley que comprende la anulación del amparo legal (sic) que habían obtenido agentes de la dictadura sobre violaciones a los derechos humanos de esa época […]
“En medio del del debate y la tensión, el presidente Mujica fue a mitad de semana al Hospital de las Fuerzas Armadas a saludar al único general en actividad que fue procesado por hechos de la dictadura. En el Frente Amplio, los grupos radicales que insisten con el revisionismo entendieron que Mujica quería dar señal de calma a los militares (sic) y redoblaron entonces esfuerzos para eliminar la ley de caducidad con la intención de que otros agentes de la dictadura vayan presos” (“La Nación”, Buenos Aires, 27 de marzo de 2011, pág. 10).
Primer “sic”: la Ley de Caducidad no es una “especie de amnistía”, ni un “amparo legal”.
Es el producto de dos plebiscitos, donde el pueblo uruguayo en más de un setenta por ciento, en dos oportunidades, en 1986, ratificado en 2010, resolvió que no se sometiera judicialmente a las Fuerzas Armadas y de Seguridad que combatieron a la guerrilla castrista MLN Tupamaros.
Esto —democrática y constitucionalmente hablando— es irreformable. Entonces, el castrismo supérstite busca que sus cofrades burócratas de Costa Rica (CIDH), hagan entrar por la ventana lo que no pudieron hacer entrar por la puerta.
Segundo “sic”: si el Presidente Mujica va a saludar al único general procesado, está dando una “señal”, sí; pero para esos “grupos radicales”, del Frente Amplio, así se enteran cuál es la actitud presidencial.
Al igual que en otros aspectos, algo distinto de la Argentina, donde en este momento hay alrededor de mil doscientos presos políticos, de los cuales 125 han muerto en la cárcel.
EMPRESAS EXTRANJERAS
“Relevamiento / Informe del INDEC. Sólo un tercio de las 500 empresas más grandes del país son argentinas. Este selecto grupo explica el 22% del Producto Bruto Interno. Para entrar a este club, las empresas debieron generar producción por —al menos— $ 202 millones.
“Las empresas extranjeras mandan en la Argentina. Un informe reciente del Indec detalla que entre las quinientas mayores compañías del país —medidas por el valor de producción que generan— sólo 176 son de capitales argentinos. El resto son compañías de origen extranjero.
“Los datos […] muestran que las compañías extranjeras explican, dentro del panel de las 500 mayores empresas el 79,3 % del valor bruto de producción. Pero si bien las empresas locales tienen poco peso dentro del ranking general, ganan relevancia cuando se evalúa la creación de empleo. Siempre dentro del panel, el 36,7 % de los puestos de trabajo asalariado corresponde a empresas argentinas… la participación de la masa salarial en el valor agregado es de 29,2 %, para las empresas de capital nacional es del 50%, un resultado que duplica al de sus pares extranjeras […]
“El Centro de Estudios Idesa aporta una visión complementaria […] El desbalance se compensó con disminución de la inversión y fuerte crecimiento de los subsidios. Esto testimonia la creciente dependencia que tienen las grandes empresas de los subsidios que distribuye el Estado y sugiere que la exhuberancia del consumo no está siendo acompañada por inversiones que le den sustento para el futuro […]
“En seis años los subsidios aumentaron en un 345 % en términos reales” (Diario “Los Andes”, Mendoza, 16 de enero de 2011, pág. E-4).
Acá no hay “sic” que valga. El “modelo revolucionario y progresista” queda al desnudo, sin ni siquiera una hoja de parra que lo cubra: la extranjerización crecientemente subsidiada, es su modo de “inclusión”.
LA HERENCIA DE GARRÉ
“Un informe que revela el desmantelamiento de la Armada y la Fuerza Aérea. Por Alexis Di Capo
“InformadorPublico.com tuvo acceso a un documento reservado elaborado por un grupo de oficiales de la Armada y la Fuerza Aérea. El mismo describe los resultados del desmantelamiento de la capacidad operacional de estas dos fuerzas, que se profundizó durante la gestión de Nilda Garré como Ministro de Defensa, que finalizó en diciembre pasado. Ésta es la síntesis del trabajo.
“1) Sólo un puñado de cazas A4AR sobrevivientes están en condiciones de volar. Lo que no significa tener capacidad de cazaborbardeo, intercepción ni nada.
“2) Inexistente capacidad de bombardeo mediano al no haberse reemplazado el Sistema de Armas Camberra.
“3) Desactivación total de la Defensa Antiaérea al agotarse la vida útil de la totalidad de los misiles AA y carencia absolutta de radares y de munición para el puñado de cañones AA de las tres Fuerzas.
“4) Anulación de la Capacidad del sistema de proyección Estratégica del Poder Aéreo, al darse de baja el sistema de aprovisionamiento en vuelo B-707.
“5) Limitación de la Capacidad de Proyección del Poder Aéreo Táctico, reducida a un avión KC 130, no siempre en vuelo (es el que le trae los billetes de Brasil a Mecha Marcó del Pont).
“6) Pérdida total de la capacidad de obtener Inteligencia en vuelo, al desaparecer los Sistemas B-107 de la Fuerza Aérea y los Electra Wave de la Armada, sin reposición alguna.
“7) Limitación al mínimo de la capacidad de Adiestramiento por la obsolescencia de los aviones T-34 Mentor (quedan dos) y la retirada de servicio de los M-326 de la Armada, clausurados junto a toda la Base Aeronaval de Punta Indio.
“8) Éxodo permanente de pilotos a la actividad civil.
“9) De las Tres Brigadas Aéreas de Combate, sólo 2 tienen aviones en vuelo (la IV con algunos A4AR), además de la III, que vuela algunos Pucará. A olvidarse de Mirages, Maras, Dagger y Pampas. No vuelan más. Los Helicópteros, salvo los Black Widow y la pequeña Floppy, tampoco vuelan más.
“10) Carencia de capacidad de proyección del poder Aeronaval al anularse sin reposición el Sistema Portaaviones.
“11) Incapacidad absoluta de proyectar el poder naval de la Infantería de Marina, al no haberse repuesto la capacidad anfibia, que hoy no existe.
“12) Inexistencia de capacidad de Minado y Antiminado.
“13) Inexistencia de buques aptos para la Patrulla Antártica. (El Aviso más moderno tiene 65 años).
“14) Carencia de buques antárticos. Y la reparación del rompehielos es una ilusión, porque jamás saldrá del astillero.
“15) No existen Transportes Navales. Tampoco Aeronavales.
“16) Capacidad nula tanto para el patrullaje marítimo como para el control de la pesca furtiva, que está derivado a los también obsoletos medios de la Prefectura.
“17) Por un mínimo de dos a tres años, no tendremos submarinos operables, por la obsolescencia de los sistemas TR 1400 y TR 1000, todos en reparaciones de media vida.
“18) Carencia de capacidad antisubmarina y de comnbate de superficie, por la desarticulación de repuestos de los sistemas Hércules, y por la obsolescencia y falta de repuesto de los sistemas Meco 360, 140 y más acentuado del sistema A-69. No se han repuesto los Exocet y el taller está desactivado, lo que anula los sistemas Aspide de las Meko y los Tiger Cat de la IM.
“19) El CINAR (Complejo Industrial Naval Argentino) tiene hace 5 años la Lancha Rápida INDÓMITA, que seguirá siendo lancha, con dos motores GM en lugar de los cuatro MTU de 3.600 HP cada uno que le corresponderían. Tampoco tendrá electrónica confiable ni tirará más misiles o torpedos.
“20) La Infantería de Marina mantiene cohesión y una reducida capacidad de combate en dos de sus Batallones, aunque carece de buques anfibios, vehículos anfibios, de exploración, y unidad de comunicaciones. Además, toda su artillería de campaña se dio de baja y la artillería antiaérea quedó completa en Malvinas.
“21) No hay aeronaves de combate en toda la Patagonia. La Aviación Naval no tiene más que un avión en vuelo por sistema de armas en sus Escuadrillas. Por otra parte, la Infantería de Marina tuvo un fuerte drenaje de oficiales que se alistaron en la Policía Metropolitana, porque los sueldos de ésta son mucho más altos” (cfr. http://www.informador publico.com/101111.html).
Hemos dudado acerca de la conveniencia de transcribir este informe, dada la cruda, dura y exacta pintura sobre nuestro grado de indefensión. Está claro que en esas condiciones —referidas acá sólo a la Armada y la Fuerza Aérea, ya que, como es sabido, las del Ejército son peores—, la Argentina debe proclamarse la Nación más pacifista del mundo (aunque eso, en una emergencia crítica, de poco serviría). La política de desmantelamiento castrense, inaugurada por Alfonsín, y seguida por todos los Gobiernos de la Democracia de la Derrota, hasta los Kirchner, se ha consumado. Hoy por hoy, no podríamos contener un ataque de cualquier vecino. Ni hablar de Gran Bretaña. Nos hemos emparejado con Costa Rica o Haití. De todas maneras, editamos este Informe —que ya corre en Internet y, por ende, es conocido por cualquier interesado en destruirnos—, dado que entendemos que lo principal en materia de Defensa, es la actitud de la subsistente población patriota. Si ella toma conciencia cabal del estado de postración de nuestras FFAA, ya se habrá dado el primer paso hacia su recuperación. De lo demás, Dios y la voluntad nacional, proveerán.
Un último dato corroboratorio en esta materia. Se trata de la relación entre los presupuestos de Defensa y el Producto Bruto Interno, en los siguientes países:
Colombia: 3.34 %
Chile: 3,73 %
Ecuador: 3.81 %
Brasil: 1.70 %
Uruguay: 1,77 %
Argentina: 0,87 %
Fuente: Centro de Estudios
para la Nueva Mayoría.
Así estamos.
Enrique Díaz Araujo


17 de Mayo de 2012
Mirando pasar los hechos
KATILINARIAS
LUNFARDO DOCTORAL
¡Quosque tándem Kakristina abuteri patientia nostra!…

El ocasional compañero de viaje ferro-mortífero, lanzaba el dicterio ciceroniano blandiendo el diario. Fíjense, encaró furibundo al vacío: No solamente exige a los dirigentes sindicales “que pongan lo que hay que poner”, enrostrándoles que mientras padecen los trabajadores ellos siguen gozando la gran vida. O sea que imiten lo que ella y su marido han hecho desde el poder, acumulando —tras los seiscientos millones de dólares santacruceños— la fortuna inconmensurable que día a día sigue emergiendo.
Mientras la gente del común se arrastra en la miseria, que ya tuvo el coraje de celebrar por el crecimiento de la Villamiseria 31. Pero ahora se pasó, soltando la peor poca cosa del acervo orillero, al recordar a la “gata Flora” del lunfardo impúdico. Es demasiado, esta doctora “imago causa” ocupa la Presidencia de la ex dignísima República Argentina…
¡Nunca tantos fueron basureados tanto por tan poca cosa!
Oído por
Casimiro Conasco
Mayo de 2012


9 de Mayo de 2012
Inseguridad
CÓRDOBA DEMOCRÁTICA

El amigo Marcial Castro Castillo nos ha hecho llegar este crudo retrato de los múltiples males padecidos por la querida provincia de Córdoba. Como desde otros pagos —incluyendo Buenos Aires— nos llegan noticias similares, valga publicar esta nota con carácter de triste y veraz caso representativo. Nuestra plena solidaridad con los castigados cordobeses.
Puede ser que pase en otras partes, pero yo vivo en Córdoba. En Córdoba, la Insoportable. Cierto que no es la primera vez que los ciudadanos somos atormentados por el gobierno y por el desgobierno, aunque pocas veces se acumulan tantos males simultáneos:
* Emergencia hídrica: no hay reservas de agua por falta de previsión y de inversión: verano en seco.
* Emergencia energética: no hay electricidad por falta de previsión y de inversión: seis horas diarias programadas sin luz, día tras día, semana tras semana.
* Emergencia sanitaria: muy restringidos los servicios hospitalarios, por ilegalidad de contratos y empleos, y por falta de compras de insumos.
* Emergencia educativa: no hay clases por falta de aumentos a los docentes, sobre todo a las docentas (Aunque yo pienso que el cierre de estas escuelas y la huelga de estas docentas, son un gran beneficio para los niños. Pero la gente tiene el prejuicio de que la escuela educa).
* No hay transporte por falta de garantías contra el vandalismo popular o por demora en los aumentos del boleto.
* No hay servicios públicos por huelga municipal: meses y meses sin prestar servicios a los vecinos, semanas enteras dedicadas a demoler instalaciones y equipos, destruir oficinas, amedrentar transeúntes, apedrear comercios, y otras manifestaciones del derecho constitucional de huelga.
Cada día peor, ya estamos a punto de superar la desesperación de Córdoba hundida por los radicales Angeloz, Mestre y cía.
Todas las sinrazones, los abusos, los abandonos, las carencias y los aumentos de precios, están de moda en los informativos de “los medios”. Todas las críticas, todas las denuncias, todas las puteadas, están de moda en cualquier parte donde se reúnan dos o más vecinos. Nunca el humor popular fue tan malo, tan exasperado: quienes vivimos el “cordobazo”, sabemos que el odio ideológico se concentraba en la militancia marxista y en sus simpatizantes, pero que gran parte del pueblo lo miraba pasar desde su indiferencia. Ahora no: han desaparecido todas las voces progubernamentales o las que muestran moderación: sólo se escucha el insulto.
Y yo me pregunto: ¿quién votó a estos infelices que ocupan cargos de gobierno, pero no gobiernan? Quizá sean absolutamente inútiles: no sirven ni para rellenar agujeros en las calles (digo, no que ellos trabajen en taparlos, sino que los funcionarios fueran usados de relleno). Pero la gente no lo cree: aseveran todas las voces que, esta realidad espantosa se debe a la rapiña de los gobernantes. En esta democracia y “estado de derecho”, gobernar es hurtar, y ocupar cargos públicos es cobrar sin cumplir obligaciones. En todo caso, jorobar al pueblo y engordar el mal común.
Quienes trabajan o se relacionan con las oficinas públicas, acumulan relatos de compras fraudulentas, coimas, maltratos, abusos de poder, prepotencia desobediente de empleados que amedrentan a sus jefes, sabrosos asados diarios en horas y lugares de trabajo, con guitarreadas y bailongos, inclusive; etc. etc. Que dijo Cervantes: “P… la madre; p… la hija; p… la manta que las cobija”. (Aclaro: la manta es la constitución).
Si se intenta comprender la realidad, comparada con la administración pública de treinta años atrás, se concluye en que los fraudes, las coimas, los asados y la prepotencia, son parte del casi el único ámbito de poder de decidir que tienen los que se dicen gobernantes, porque cualquier decisión que afecte realmente el orden público les está vedada: sus mandantes no les permiten decidir en nada que pueda afectar sus intereses.
El más tonto prejuicio que ciega a los pobres argentinos, víctimas y cómplices de sus propios males, es creer que la mayoría —o al menos, la primera minoría— otorga mandato a quienes van a “gobernar”. Que el “poder” se asienta en “las bases”, es decir, que cuantos más sean cuantitativamente los votos favorables, mayor será la autoridad del que gobierne. Que cuantos más sean los que no tienen ningún poder y transfieran tal ningún poder al gobernante, mayor será el poder recibido por éste (?). Pero como el absurdo y la contradicción no salen en los diarios ni por la TV, nadie se da cuenta.
¿Cuándo entenderemos que las “autoridades” constitucionales, nada deben al pueblo, porque el pueblo nada les da ni tiene para darles, más que su esclavitud mental y laboral? ¿Cuándo pensaremos que los votantes tontean entre los candidatos impuestos por las mafias partidarias? ¿Cuándo advertiremos que no podemos votar o elegir a quien queramos, sino que hemos de optar entre los títeres que los auténticamente Poderosos imponen a los partidos?
Nada más ajeno a la real voluntad del pueblo que esta democracia. Gobierno de mafiosos, por las mafias y para las mafias internacionales. Recuerdo que ya los gobernantes militares del Proceso (1976 – 1983), cuando veían una medida de gobierno que servía al bien común, decían: “¡Esto es lo que hay que hacer!… Pero no se puede. ¿Se imaginan la que se armaría? ¡No quedaría nadie!” El gobierno militar temía las represalias de la prensa, de los gerentes de empresas extranjeras, de los banqueros, de los representantes internacionales, de las organizaciones de “derechos humanos”, etc. Únicamente no temía a los pobres argentinos.
Y los gobernantes democráticos, ¿a quién pueden temer? No a la “Justicia” o lo que hace sus veces, porque es parte del régimen. No a los votantes, porque todo voto puede ser comprado, y cuanto más crece la miseria, los votos se venden más baratos. No a la oposición, cuyo máximo interés no es gobernar, sino conquistar un sitio para, desde él, vender su apoyo a la delincuencia gobernante… ¿Y?
El “gobernante” democrático solamente puede temer a los Financistas de la Deuda externa, porque de ellos reciben el mandato. La máquina de poder y control mental de poblaciones, es la que administra el mundo y designa a sus títeres como “gobernantes de estados soberanos”. Soberanos en el papel, único soporte real de las constituciones. Y la Máquina los pone para que jueguen de bomba aspirante impelente, extrayendo el beneficio del trabajo argentino para sus propias arcas.
Nada más estúpido que repetir idioteces como “soberanía popular”, “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Más allá de las contradicciones y los absurdos teóricos de tales espantapájaros, ¿nada vale la experiencia de los pueblos? ¿Cuándo los argentinos hemos estado peor que tras veintiséis años de democracia constitucional? ¿Nadie se da cuenta? ¿Nadie conecta el efecto con la causa? ¿Siempre contumaces en el error, “como el perro que vuelve a su vómito”?
¿Córdoba está maldita? ¿No hay más salida que aconsejar a los hijos que se exilien, que se radiquen en otro país, que se fuguen de esta democracia insoportable?
Refrán y ciencia Ética dicen que “en el pecado está la penitencia”. No son dos cosas separadas: uno solo es el bien que se pierde al pecar, y su falta nos atormenta. Pero el sufrimiento resultante no es purificador y reparador, a menos que sea confesado el pecado con arrepentimiento y retractación, y que se acepten las dolorosas consecuencias como expiación. Eso lo sabían los pobladores de la Córdoba cristiana, por lo menos, antes de la “Reforma Universitaria del ’18”, epígono de la Revolución Bolchevique de Rusia en el ’17. Y lo temían los argentinos cuyas conciencias procuró tranquilizar Esquiú, tras el pecado nacional de apostasía en la Constitución de 1853.
Pero aunque el pecado está presente y sufrimos sus consecuencias, nadie se acuerda de confesarlo, de arrepentirse y de pedir perdón. Así no vale como penitencia, se desperdicia este anticipo del Purgatorio, y se encamina, cada vez más parecido, hacia el Infierno. ¿Por qué Dios no nos ayuda en la guerra que nos hace el gobierno constitucional? A Santa Teresa respondió Jesús: “Teresa, Yo quise: los hombres no quisieron”.
Marcial Castro Castillo



 
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